Camdessus vaticina que Estados Unidos va a tener que ceder parte de su soberanía financiera para sortear las turbulencias derivadas de las hipotecas de alto riesgo.
El hombre que tuvo en sus manos las riendas del todopoderoso Fondo Monetario Internacional (FMI) durante 13 años (entre enero de 1987 y febrero del 2000), el francés Michel Camdessus, no se atreve a pronosticar el verdadero alcance de la crisis que mantiene contra las cuerdas a la economía mundial. Pero afirma con rotundidad que esta crisis no es como las anteriores. Y de eso sabe mucho. No en vano, durante su mandato al frente del FMI tuvo que bregar con las turbulencias que durante 1997 y 1998 sacudieron los cimientos económicos de Asia, América Latina y Rusia.
«Roma ya no está en Roma: Wall Street ya no está en Wall Street». Es la frase a la que recurre Camdessus para referirse «al profundo cambio en el funcionamiento del capitalismo mundial» que, en su opinión, traerá aparejado esta crisis. Y lo explica asegurando que algunos de los bancos insignia de la primera potencia del mundo ya no son tan americanos como antes. La imperiosa necesidad de capital derivada del estallido de la burbuja de las hipotecas basura lo ha hecho posible, propiciando la entrada de inversores extranjeros cargados de fondos.
«América va a tener que ceder parte de su soberanía financiera», sentencia Camdessus, para añadir que «hoy, grandes entidades financieras de Wall Street están pasando parcialmente a manos de países como Singapur u Oriente Medio».
«¿Dónde está el techo para la entrada de inversión extranjera en el capital financiero de Estados Unidos», se pregunta, para añadir inmediatamente que «¡Ojalá todo esto no se traduzca en un mayor proteccionismo!».
El ex director gerente del FMI insiste en que la encrucijada en la que se encuentra ahora la economía mundial no es como las anteriores. Y para argumentarlo recurre a la crisis asiática. «Entonces las turbulencias golpearon a países en vías de desarrollo. Y nosotros en ese campo teníamos mucha experiencia, habíamos aprendido mucho y sabíamos lo que había que hacer. Lo hicimos, y en 20 meses la situación estaba solventada».
«La crisis que ahora vivimos comenzó en la capital del capitalismo mundial, el único lugar donde se creía que esto no podía suceder», asegura, para añadir después que «se ha perdido mucho tiempo en ver qué se podría hacer. Cuando había que actuar en Corea o Indonesia el director del FMI no pedía permiso, se limitaba a hacer su trabajo. Cuando el terremoto ocurre en Estados Unidos todo es diferente». «El mundo, hoy no tiene los instrumentos para resolver este tipo de crisis. Tiene que inventarlos».
Impacto en España
Michel Camdessus no está de acuerdo con las voces que aseguran que España saldrá peor parada del parón económico que sus socios europeos por su excesiva dependencia de la construcción. «Indudablemente, España verá frenado su crecimiento económico, pero la crisis no será tan dramática como algunos auguran», asegura, para añadir después que «la estimación de Solbes del 2,3-2,4% puede ser un poco optimista, pero en ese entorno van a estar las cosas». Subraya que en España «sigue habiendo una demanda importante de vivienda por parte de los jóvenes y de los inmigrantes, y hay empresas muy sólidas en el sector. Desde luego que algunas compañías desaparecerán, pero no hay que confundir la espuma con el mar».
Respecto a la escalada del petróleo, Camdessus es rotundo: «Tenemos que acostumbrarnos a consumir menos combustibles fósiles y caminar hacia el desarrollo sostenible, hacia el uso de energías alternativas. Hay que asumir que el petróleo seguirá siendo caro. Es más, hay que hacerse a la idea de que dentro de 40 años ya no habrá petróleo. Así que más nos vale empezar a utilizar otras fuentes», sentencia.
Camdessus no cree que el Banco Central Europeo (BCE) tenga que seguir los consejos del Fondo Monetario Internacional y rebajar los tipos de interés para ayudar a la economía europea a salir del bache. «Confío enormemente en el Banco Central Europeo, que hasta ahora, y con mucha valentía, ha gobernado de manera muy sabia la moneda europea», afirma el ex director gerente del FMI.
Inflación
«Si el BCE hubiese hecho caso a las voces de todos los dirigentes que desde hace años le exigen una rebaja de los tipos de interés ¿dónde estaría hoy la inflación?», añade, para finalizar: «Lo ha hecho bien. Tengo gran confianza también en el funcionamiento del Fondo Monetario Internacional, pero si tuviese que dar mi apoyo en esta ocasión a alguno de los dos, se lo daría al Banco Central Europeo».
Camdessus, que ayer visitó A Coruña para impartir una conferencia sobre Globalización y desarrollo sostenible; problemas y desafíos , invitado por la cátedra Caixa Economía y Sociedad, considera que la crisis financiera internacional ha dejado al descubierto que la gobernabilidad del mundo «no está a la altura de las circunstancias».
«Hemos vivido bastante bien durante medio siglo con los instrumentos de los que nos dotaron los ganadores de la Segunda Guerra Mundial -la ONU, la OMC, OIT...-, pero hoy están en crisis y claramente no tienen los recursos ni la legitimidad política para hacer frente a los desafíos y organizar las respuestas del mundo a ellos», apostilla el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional. Para Camdessus, «hay que conseguir que los Gobiernos representen los intereses de los ciudadanos».
Alimentos
En su opinión, la crisis financiera internacional acapara toda la atención y ha relegado a un segundo plano a la crisis alimenticia. Y para dejar claro cuál es la importancia de esta última, relata: «Hace unas semanas estaba en Marruecos y un hombre me dijo: ''Mire, ya hemos tenido nuestra revuelta del hambre, ¿cuántas serán necesarias para que Al Qaida tome el poder?, no tantas''».
Mercedes Mora - "La Voz de Galicia" - Santiago - 24-Abr-2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario