martes, 3 de junio de 2008

Diagnóstico compartido

No hay que circunscribir a su zona la influencia del Círculo de Economía (el historiador Vicens Vives lo denominó "infraestructura espiritual de Cataluña"), que ahora ha cumplido 50 años. Sus estudios y hombres han sido determinantes en la larga marcha de España hacia Europa.
Ahora, durante dos días ha reunido en Barcelona a economistas, intelectuales, empresarios, financieros, políticos, etcétera, para tratar de encontrar un diagnóstico común a la crisis y los desequilibrios en los que está sumido el planeta.
Más allá de los mensajes de urgencia relacionados con la situación económica española, han sobresalido otros debates de medio plazo protagonizados por parejas tan significativas como las compuestas por los economistas Paul Krugman y Olivier Blanchard (recién nombrado economista jefe del FMI), Mary Robinson y Hubert Vedrine, Felipe González y Carlos Slim, y las individualidades de Rodrigo Rato o Javier Solana, entre otros. De todas esas intervenciones se puede establecer un decálogo de tendencias:

1. Cambio de ciclo en la economía mundial, caracterizado por

- la crisis financiera,
- la inflación de las materias primas alimentarias y el petróleo, y
- el papel determinante que juegan los países emergentes.
La historia está de vuelta y hay que gestionarla con geopolítica; los años noventa, los del piloto automático, han terminado.

2. El rasgo más fuerte de este nuevo ciclo es la vuelta de la inflación, tanto a los países desarrollados como a los emergentes. Ello puede dar lugar a presiones salariales, inéditas en la última década. Inquietud ante la posibilidad de que las subidas de precios queden incrustadas de modo permanente en la estructura de las economías.

3. Temor a una vuelta al proteccionismo como respuesta al incremento exponencial de las desigualdades. Se cuestiona a la globalización, pero no desde los perdedores de la misma, sino en el seno de los ganadores.
El proteccionismo está muy presente en la campaña electoral de EE UU.
Combatir la pobreza no es ya sólo un imperativo moral, sino un rasgo identificativo de la eficiencia económica.

4. Desequilibrio creciente entre el ahorro y la inversión en las diversas zonas del planeta. Tres cuartas partes de las reservas están en los países emergentes. Hay un superávit de ahorro en China y los países productores de petróleo y materias primas, que está yendo hacia EE UU y Europa.

5. El moderno sistema financiero no ha superado por sí mismo las pruebas del mercado, y ante sus dificultades ha tenido que ser asistido por las muletas públicas.

Primero, los bancos centrales han tenido que inyectar liquidez extraordinaria, luego quedarse los colaterales infectados por las hipotecas subprime, y en última instancia propiciar la nacionalización o venta de entidades en crisis (Bearn Stern o Northern Rock).

6. El sistema financiero español no ha participado ni en la gestión ni en la propagación de los problemas del crédito, pero no es inmune a la escasez de liquidez.

7. Necesidad de abordar el modelo financiero global, para reformar las deficiencias y combatir sus abusos:

- la propia industria financiera que saca de los balances cada vez más operaciones y genera opacidad;
- las agencias de valoración de riesgos, que han fallado estrepitosamente y engañado a los inversores; y
- las instituciones de regulación, que son muy desiguales y pertenecen, en muchos casos, a otro tiempo.

8. Quedan todavía muchas preguntas:
- ¿cuánto va a durar la crisis del crédito?;
- ¿ha pasado lo peor?;
- los países emergentes ¿van a seguir tirando de la coyuntura o pueden resultar afectados por las turbulencias crediticias?;
- ¿qué consecuencias va a tener para la propiedad de empresas y bancos la entrada de los fondos soberanos (los bancos han reconocido hasta ahora pérdidas por valor de 300.000 millones de dólares y se han recapitalizado por 240.000 millones)?

9. El cambio climático es el primer problema global que requiere soluciones globales. Éstas representan limitaciones de soberanía, que han de pactarse. En este marco, se hace urgente un debate actualizado sobre
- la energía nuclear,
- las energías renovables y
- los biocombustibles.

10. El poder es un bien escaso y hay que repartirlo teniendo en cuenta las nuevas realidades. Ni siquiera EE UU y Europa juntos son capaces de resolver los problemas del siglo XXI. Los emergentes deben estar representados en los organismos multilaterales
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JOAQUÍN ESTEFANÍA - "El País" - Madrid - 3-Jun-2008

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