Después de dos meses dándole vueltas a su resolución antipiratería, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha autorizado este lunes la entrada de navíos de guerra en las aguas territoriales de Somalia para combatir el pillaje marino. La decisión se ha tomado con el acuerdo del gobierno somalí.
Esta medida se adopta tras los cada vez más frecuentes casos de piratería en la costa este de África. Precisamente, el pasado mes de abril fue secuestrado en la zona el atunero vasco 'Playa de Bakio'.
El Consejo ha tomado esta decisión dentro de una resolución, la 1816, redactada por EEUU y Francia, adoptada por unanimidad por sus 15 miembros.
El primer borrador de la resolución comenzó a circular el pasado abril. Sin embargo, la resolución antipiratería se ha visto retrasada porque los miembros del Consejo no se ponían de acuerdo. El proyecto original contemplaba la posibilidad de ampliar la aplicación de estas medidas a otras regiones del mundo.
Finalmente, llegaron a un pacto el pasado viernes, después de que Francia aceptase las demandas de Indonesia —con numerosos casos de piratería en el Estrecho de Malaca— de que las acciones adoptadas en la costa somalí no sentarían precedente para otros territorios.
"Todos los medios"
El texto final autoriza, por un periodo de seis meses renovable, a "los estados que cooperen con el Gobierno de transición somalí" (una lista que el Ejecutivo provisional facilitará a Ban Ki-moon) a "penetrar en las aguas territoriales de Somalia para reprimir la piratería y el robo a mano armada en el mar".
El texto precisa que los estados podrán "recurrir a todos los medios necesarios" para llevar a cabo esta represión, "con respeto a las disposiciones del derecho internacional referentes a las acciones en alta mar".
Según fuentes diplomáticas estadounidenses, la resolución —patrocinada de forma oficial por Francia, Estados Unidos, Reino Unido y Panamá— llevará la firma de otros países que no están en el Consejo como co-patrocinadores, como Japón, Corea del Sur y España.
El Gobierno español ha dicho estar "muy satisfecho" con el acuerdo, incluso antes de que el consejo lo adoptase formalmente a última hora del lunes. El embajador español ante la ONU, Juan Antonio Yañez-Barnuevo, saludó especialmente que la resolución contenga los elementos que España ha defendido.
Tras el secuestro del 'Playa de Bakio', España abanderó la creación en Naciones Unidas de un grupo de presión formado por países con intereses en la zona para poner en marcha de forma urgente un mecanismo de vigilancia en aguas próximas a Somalia, como medida complementaria a la resolución de la ONU.
El texto aprobado condena y deplora los actos de piratería que se suceden con regularidad ante la costa somalí, al tiempo que insta a los navíos y aviones militares que operan en la zona a estrechar su colaboración con el Gobierno de Somalia.
Un país en el caos
Precisamente, el presidente de Somalia, Abdulahi Yusuf Ahmed, ha solicitado este lunes al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que apoye al Gobierno de transición de su país, asediado por la oposición armada de grupos islámicos integristas. Naciones Unidas mantiene un embargo armamentista contra Somalia.
Representantes del Consejo de Seguridad visitan actualmente varias áreas de conflicto del continente africano.
El grupo de diplomáticos está tratado de iniciar conversaciones de paz entre el Gobierno somalí, el grupo islámico Al-Shabab, que la ONU vincula a Al-Qaeda, y la llamada Alianza para la Re-Liberación de Somalia (ARS), de oposición política. Al-Shabab ha rechazado el llamamiento y afirma que proseguirá la lucha armada contra la administración de Ahmed, que se mantiene en el poder gracias a la ayuda militar que le brinda la vecina Etiopía.
Somalia vive inmersa en el caos y sin que un Gobierno central haya logrado imponer su autoridad desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, y los clanes tribales dividieron el territorio en feudos privados que controlan por medio de milicias paramilitares.
La situación empeoró desde principios de 2006, cuando a la lucha se sumaron las milicias Al-Shabab de los antiguos tribunales islámicos somalíes, que capturaron Mogadiscio y todo el sur del país.
Los milicianos islámicos fueron desplazados de los territorios que controlaban por los soldados que Etiopía envió en apoyo del gobierno de transición en diciembre de 2007, pero se han embarcado desde entonces en una ofensiva de ataques con bombas y morteros contra las posiciones gubernamentales y también la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM).
Información - "El Mundo" - Madrid - 2-Jun-2008
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