sábado, 27 de diciembre de 2008

Generación 3.2 y la chica back up

Forever young
¿Tenés casi 40 años, pero usás zapatillas All Star y sos fanático de Los Simpson?
Antes, habrías sido un adolescente tardío; hoy, integrás la Generación 3.2.

A un cuando el vértigo de la prensa generalista y cierto complejo de insularidad nacional me hicieron pasar por alto el último fetiche de la sociología mediática (el "mileurista", o aquel treintañero que en Europa apenas sobrevive con módicos mil euros, acá bacán), y diez años después del fugaz reinado de los jasp ("Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados", ejem: todos esos dueños de másteres y doctorados, y mba, y phd que exigían una retribución millonaria por los esfuerzos realizados), el diario español El País advierte sobre una nueva etiqueta social: "La Generación 3.2", o la de aquellos que todavía están en los 30 y ganan 2 mil euros.

¿Pobres o ricos?
Mientras la incerteza financiera general empuja al celebérrimo periódico The Economist a reemplazar el Big Mac por el iPod, como índice para medir las economías (un reproductor de 8 gigas en Estados Unidos, 149 dólares; en Argentina, 353: ¡siempre potencia!), los 3.2 nacen de la necesidad del sagrado mercado: vender hamburguesas.
Si es cierto que la publicidad no registra tendencias sino que fabrica necesidades, el invento de la Generación 3.2 le corresponde a Jean Paul Hordijk, el gurú del marketing en Burger King, que se dedicó a observar a aquellos que se resistían a abandonar los treintaipico y, aun casi a los cuarenta, con posgrados y sueldos que superaban los 2 mil euros, se aferraban a los hábitos consumistas de su adolescencia.
Los 3.2 toman el relevo de los kidults, esos tontolones que las agencias de publicidad alumbraron en multitud: fanáticos de la lucha libre mexicana o ávidos coleccionistas de muñequitos de He-Man, sueñan con un Mini Cooper. En ellos se piensa cuando se decide el juguete que habitará una Cajita Feliz.
Las redes sociales ya insinúan que se hablará de una Web 3.0, y ellos están ahí, atentos a la novedad para encontrar a los viejos compañeros de colegio con los que comparar cilindradas o medir calvicies. Y si el paso del tiempo podrá traer en la madurez dignidad o patetismo, un breve cuestionario de cualquier gerencia de marketing busca identificar al hijo de la Generación 3.2:
A) si está a unos meses de cumplir los 40 y todavía usa zapatillas All Star;
B) si repasa obsesivamente la trilogía de El señor de los anillos y, ante el juicio de un superior jerárquico, se declara "bajo el ojo de Saruman";
C) si sus consumos televisivos se reducen a Los Simpson, Padre de familia y South Park, sin placer culposo;
D) si merienda en la oficina con Nesquik, entonces: es un 3.2.
El mercadeo de consumo masivo tendrá infinidad de productos para ofrecerle y él, ligero en la alegre despreocupación del que vive una adolescencia eterna, olvidará que hace diez años hubo un joven heredero de una meritocracia, al que se identificó como jasp, que, efectivamente, estaba Sobradamente Preparado y hoy es su jefe.

La chica "back up"
Todo hombre comprometido debe tener un Plan B, aunque no incluya sexo. Ayuda
- a combatir el tedio,
- a elevar la autoestima y
- a mantener la pasión en la pareja.


¿Hoy qué nos toca, CSI o Grey’s Anatomy?
–¡No sabés lo que aumentó la rúcula! Cuando Mariano empezó a intuir que la relación con su novia se componía de recalentados platos televisivos y diálogos sobre los gastos del supermercado, se dio cuenta de que necesitaba una salida. Y la encontró.

Condescendiente
- Ella se ríe de todas tus bromas
con un mohín fronterizo entre la gracia de una modelo y la discapacidad mental leve.
- Ella te elige la ropa en esas pausas de almuerzo que se prolongan mucho más de lo que admite cualquier estatuto profesional.
- Ella conoce tus dilemas sentimentales, develados con el protocolo del "nuevo hombre sensible" y, lo mejor: Tu novia no sabe que Ella existe.
Si una retórica burrera porteña podría decir que está "en las gateras", y una estética de la cintura de avispa consagró a Betty Grable o definió a la Divito como "chica pin up", el sentido práctico de los tiempos digitales habla de la "chica back up": el plan B del hombre comprometido.
La prensa sentimental estadounidense siempre atenta al último grito de la moda amatoria, registró el fenómeno:
–Cuando conocí a mi chica back up, Ella era una joven actriz, lo que sería lo mismo decir que fue camarera y modelo de ropa en el catálogo de una pequeña empresa –explicó Dan K., autor del libro "Rock On: An Office Power".
Ella era el contraste perfecto con mi mujer, una sensible chica suburbana de 28 años, que es instructora de gimnasia y todavía trata de convencerme de que tengo potencial para ser vegetariano.
La admiración por el macho alfa será la regla de atracción para Ella. Pero no se trata de la trillada "amante de oficina" que la picaresca nacional supo encarnar en los cuerpos farináceos de Mónica Gonzaga o Susana Traverso, para solaz y deleite de los caballeros de la cama redonda.
Con la chica back up no se tiene sexo, es lo más parecido a una "amiga" si el saber común no dijera que no existe la amistad entre el hombre y la mujer.
Ella es un espejo que te devuelve una visión más misteriosa o excitante de vos mismo. Es, ejem, tu goma de auxilio. De hecho, en uno de sus almuerzos prolongados, Mariano se descubrió rumiando la idea engañosa:
-Si una cosa, una sola cosa, se pone fea en casa en los próximos, digamos, seis meses, entonces, sí: me separo y me quedo con Ella.
Nunca sucedió. Esa vez, la urbanidad del hombre moderno le impidió estirar el pie e intentar un roce obsceno por abajo de la mesa y un año más tarde seguía mirando Sony Entertainment Television en cucharita.
Con el sentido del deber del casado, Dan K. concluyó:
–Lo bueno de la chica back up es que me hizo dar cuenta que hay una sola mujer con la que quiero pasar mis días. Amo a mi esposa.
Cuando viajamos, elige pasillo y yo ventanilla, nos gustan los mismos programas de tele... Todas las señales del amor verdadero.
El back up, ¿una rutina imprescindible para tiempos de amor digital?
En países con estadísticas confiables, los estudiosos del sexanomics indicarán que su creciente influencia es inversamente proporcional a la tasa de divorcios: gracias a Ella, la gente se separa menos.
Nicolás Artusi - "La Nación" - Buenos Aires - 26-Dic-2008

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