A pesar de que los Países Bajos tienen el 6% de la superficie de Chile, exportan 54 mil millones de euros en alimentos.
Su receta: apostar por la innovación y la unión de todos los actores de la cadena.
También, comienzan a abrirse a los productos genéticamente modificados.
Altos. De vidrio y metal y más de una hectárea de largo y ancho. Los invernaderos en Holanda están muy lejos de compararse con los plásticos, calurosos y húmedos a los que estamos acostumbrados. Mientras pedalea por el interior de uno de ellos, revisando visualmente "su campo", Jon Vas Mil, productor de tomates, cuenta que en su producción no utiliza pesticidas, sino un sistema en que los depredadores naturales se encargan de los insectos no deseados. Lo interesante, es que no hay diferencias de tamaño entre un tomate y otro, porque las cantidades de luz, nutrientes, agua y CO2 que se les suministra son controladas mecánicamente.Tal es el nivel de la tecnología agropecuaria de los Países Bajos.
Holanda es el segundo mayor exportador de productos agrícolas del mundo, después de EE.UU., y seguido por Francia, pero la gracia es que lo ha logrado a pesar de ser uno de los países más pequeños de Europa. Tiene cerca de 42.500 km2 - Chile cuenta con 756.950 km2- , pero un cuarto de su superficie está bajo el agua, por lo que sólo 1,9 millón de sus hectáreas son arables.Sus exportaciones superan los 54 mil millones de euros en productos agrícolas, lo que equivale al 17% del valor total de sus ventas, que principalmente van a los países miembros de la Unión Europea. Es el principal exportador de
- papas, también es fuerte en
- hortalizas,
- plantas ornamentales y
- flores,
- y derivados de la carne y de la leche.Todo un gigante en materia agraria, pero que no se duerme en los laureles.
- El alza en la demanda por alimentos y
- también en el precio de los insumos,
- como combustibles y fertilizantes,
impulsa al sector agrícola a replantear una nueva estrategia para no perder su lugar de privilegio entre los top de esta industria. Sus esfuerzos van por
- invertir fuerte en innovación, especializarse en algunas producciones,
- aumentar la mecanización en todo el proceso,
- cuidando el equilibrio entre producción y medio ambiente.
Innovación y especialidades
Cada metro cuadrado es un bien preciado y la discusión social que generan sus posibilidades de uso son una constante."La competencia es altísima, hay que pensar muy bien si se destina a la agricultura, horticultura, áreas naturales o para la construcción.
El agricultor no subsiste si no es competitivo, si no invierte en innovación", explica Gerda Verburg, ministra de Agricultura y Alimentos de Holanda.De hecho, una hectárea de tierra cultivable cuesta alrededor de 500 mil euros.El punto de partida para su gran dimensión exportadora está en su ubicación. Rotterdam es el puerto más grande de Europa, el segundo del mundo después de Singapur y la entrada hacia una población de alrededor de 500 millones de potenciales consumidores.Otro de sus puntos fuertes está en
- el desarrollo tecnológico y
- la cantidad de recursos que se invierten en investigación.
Son cerca de 300 billones de euros que se destinan a la búsqueda de alternativas para
- la agricultura sustentable,
- el impacto de los desechos en el medio ambiente y
- la agricultura orgánica.
El doble del presupuesto va para la Universidad de Wageningen, una de las primeras universidades del mundo especializada en
- temas agrícolas;
- la naturaleza,
- el desarrollo de innovación en la industria alimentaria y
- su impacto en el medio ambiente."Además del alza del precio de los insumos, está el factor China, que todavía no cuenta con la tecnología, pero no quiero ni pensar en lo que va a pasar cuando la obtenga. Va a ser imposible competirle. La única manera de existir es hacer algo distinto al vecino y crear la necesidad de mercado", explica Edwin Koning, gerente de Koppert Cress B. V., empresa que se dedica al cultivo de micro vegetales, con los que se les da un acento distinto a platos de alta cocina. Como con el Limon Cress, una planta norteamericana con sabor a limón y un dejo de anís, especial para usarse como toque final en platos de pescado."Nuestra forma de entrar al mercado es con marketing directo, acercándonos a los mejores chefs para que se acostumbren a utilizar nuestros productos", recalca Koning.
Tecnología y cadenas de valor
Si bien Holanda es un país altamente tecnificado, ya no basta con introducir maquinarias para ser rentables. Como la cantidad de tierra es poca, se potencia y se optimiza cada detalle con el fin de aumentar la producción. Un buen ejemplo son los tomates.
- Hace 20 años la producción era de 5 a 10 kilos en un metro cuadrado,
- hoy es de 60 a 80 kilos en la misma superficie.
La razón del alza se encuentra en la introducción de invernaderos de vidrio y acero con los que controla la temperatura, la energía y la cantidad de CO2 que hay en el ambiente."Buscamos sistemas cerrados que permitan controlar todos los factores; por ejemplo, cuando le, damos agua a las plantas, el agua que no se usa se recolecta, se desinfecta, se le ponen fertilizante, y se vuelve a utilizar. Empleamos vidrio y no plástico porque la luz traspasa mejor el vidrio que el plástico y 1% menos de luz es 1% menos de producción. Además, introducimos nueva tecnología para optimizar el crecimiento de la planta", señala Jacob Limbeek, gerente de Ocap.Independiente de la cantidad de producción que se genera, el sabor sigue siendo el punto fuerte en tomates.
El costo de producción es de alrededor de 0,5 euros por kilo, el doble de lo que cuesta producir en países como Italia. Sin embargo, los productores holandeses aseguran que el sabor es distinto, porque tienen el grado de azúcar que actualmente busca el consumidor.
De hecho, uno de sus nichos principales está en los snacks, el cultivo de tomates más pequeños que se empaquetan como si fueran papas fritas. Pero la fortaleza de los tomates, como de la industria en general, está en la cadena de valor que es capaz de generar. Esa es la base de la industria alimentaria holandesa. Tomatoworld, por ejemplo, es una plataforma publicitaria donde se muestran más de 60 clases de tomates cultivados con tecnología de punta, y que existe gracias al aporte de toda la cadena de producción."Mi instrumento favorito para estimular la unión de las cadenas es la mesa de cocina. Invito a todos los socios a sentarse a la mesa y pongo en ella los problemas que existen. Eso no siempre es fácil porque muchas veces se tienen socios que no están interesados o no les gustan las soluciones, pero creo que esa es una de las fortalezas de Holanda, lo que nos permite tener una agricultura competitiva y sustentable", explica Gerda Verburg.
Y los agricultores lo tienen claro.
"La manera en que hacemos frente a las alzas es
- especializarnos,
- invertir en marketing y
- desarrollar una buena relación con los intermediarios,
con el fin de tener una cadena completa de valor, que genere una buena de comunicación y saber así, exactamente, a cuanto se está vendiendo al supermercado y transparentar los márgenes de ganancia", explica AJ Oosterhof, productor de papas para supermercados.
Transgénicos más cerca
Sin embargo, las alzas en el precio de los insumos, como combustibles y fertilizantes, están haciendo que el sector agrícola se replantee o al menos esté dispuesto a generar discusión sobre temas que antes no parecían tener cabida, como los alimentos genéticamente modificados. En Holanda, la conciencia sobre el medio ambiente está férreamente arraigada. Por ejemplo, cada agricultor deja un espacio natural en su campo, a pesar de que estos son relativamente pequeños (el promedio de los que producen papas es de 60 hectáreas). Por lo que la decisión de introducir alimentos genéticamente modificados era difícil de concebir."La producción se hace en forma tradicional. No está en mi mente cultivar sólo por el dinero, quiero producir alimentos saludables y para mí los transgénicos no son buenos para el medio ambiente, por eso estoy en contra, a pesar que en el último año el precio de las papas estuvo bajo el costo de producción. El problema es que no podemos crecer más porque el costo es muy alto; sólo los fertilizantes han subido 60% este año.
La solución está en la especialización. Por ejemplo, yo vendo sólo papas para supermercado. Mi campo está absolutamente mecanizado porque el costo de la mano de obra es altísimo", explica AJ Oosterhof.
Hoy en Holanda no se producen transgénicos para comercializar, aunque ya se está estudiando el tema. En 2001, por ejemplo, se llamó a una votación pública y el resultado fue que la mayoría de los holandeses está en contra de la modificación en animales, pero aprueba la vegetal, siempre y cuando no sea dañino para el medio ambiente, los humanos y los animales."Es un tema muy sensible para Holanda. Tenemos que ser muy estrictos sobre los posibles efectos en las personas, el medio ambiente y los animales. Somos muy conscientes en eso, pero al mismo tiempo, estamos dentro de Europa", señala Oosterhof.
Holanda en cifras
En 2006, exportó alrededor de 54,2 mil millones de euros en productos agrícolas, lo que equivale al 17% del valor total de sus exportaciones.
Los destinos principales son los países miembros de la Unión Europea, en especial Alemania, Inglaterra, Francia y Bélgica.
Es
- el principal exportador de papas de Europa,
- también es fuerte en hortalizas, plantas ornamentales y flores,
- junto con productos derivados de la carne y de la leche.
LORETO GATICA CARBONELL - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 22-Sep-2008
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