jueves, 26 de febrero de 2009

Cómo evitar ser víctima de otro Madoff

Muchas víctimas de Madoff fueron inversores individuales que entregaron grandes sumas de dinero a un administrador sin otro requisito más que la confianza en su reputación y la promesa de grandes utilidades.

La pregunta es
- si cualquier "portafolio de inversión" es conveniente para todas las personas, o
- si el portafolio que es adecuado para una también lo es para el resto.
A diferencia de lo que ocurre con los grandes inversores institucionales, los inversores individuales presentan una heterogeneidad tal
- en cuanto a horizonte de inversión,
- objetivos a alcanzar,
- tasa impositiva,
- experiencia en tomar decisiones de inversión y
- conocimiento de la relación entre riesgo y rendimiento,
que hace imposible realizar "una única recomendación de inversión" que se ajuste simultáneamente para todos ellos.
Además, las circunstancias personales del inversor hacen que cada caso particular se pueda alejar significativamente
- del modelo tradicional de ‘inversor racional’ y
- de los supuestos simplificadores de la moderna teoría del portafolio.
Es decir, que el portafolio de cada persona debe ser "hecho a medida", y el administrador del mismo deberá determinar
- el rendimiento y nivel de riesgo adecuados,
- la estrategia a seguir y
- los activos a seleccionar
para dar cumplimiento a los requerimientos de su cliente.
Por ello, antes de recomendar un portafolio de inversión a un inversor individual, el asesor financiero deberá primero realizar un análisis detallado del perfil financiero de su cliente.
La forma en que un inversor adquirió su riqueza probablemente determinará su postura respecto al riesgo.
Aquel que hizo su riqueza mediante actividades empresariales, será un inversor con mayor experiencia en la toma de decisiones riesgosas y también deseará asumir mayor riesgo. En cambio, aquellos que han acumulado su riqueza a lo largo de muchos años de trabajo o por herencia, serán individuos menos familiarizados con las decisiones riesgosas y por lo tanto requerirán ser educados en la relación que existe entre el riesgo y el rendimiento.
En la mayoría de los casos, los inversores no consideran que a un mayor rendimiento le corresponde también un mayor riesgo.
En segundo lugar, el asesor financiero deberá realizar "un perfil psicológico" de su cliente, para contribuir a orientar correctamente sus inversiones. La determinación del tipo de personalidad del inversor ayuda al administrador del portafolio a establecer "la propensión a tomar riesgo" de su cliente, y así poder seleccionar más adecuadamente su cartera de inversión.
En tercer lugar, inversor y administrador deben firmar un Acuerdo de Políticas de Inversión o API (Investment Policy Statement), donde se establecen las pautas que luego servirán de guía para controlar las decisiones de inversión del administrador. En el API se fijan
- los objetivos de riesgo y rendimiento del inversor,
- el horizonte temporal de la inversión,
- la situación impositiva personal del cliente,
- las necesidades de liquidez y
- las consideraciones legales o especiales que deben ser tenidas en cuenta por el administrador del portafolio.
Dentro de las especificaciones del riesgo a asumir,
- debería estar indicada la máxima pérdida que el inversor está dispuesto a soportar (por ejemplo: 10% del capital invertido).
- También se debe indicar si el rendimiento objetivo es antes o después de impuestos, si está expresado en términos reales o nominales y
- cómo será el proceso de revisión de las inversiones y su periodicidad.
Recién con todos estos elementos, el administrador o asesor financiero podrá
- definir una estrategia apropiada y a medida para su cliente
- que le permita cumplir con los objetivos y restricciones planteados.

En conclusión
No es apropiado recomendar una cartera de inversión en forma general cuando se trata de inversores individuales, dado que lo que es bueno para uno no necesariamente es bueno para otros.
En todo caso, siempre es recomendable obtener el asesoramiento financiero adecuado para poder comprender mejor el funcionamiento de las inversiones y no dejar estas totalmente libradas a las decisiones del administrador.
Juan Carlos Rosiello - "Cronista.com" - Buenos Aires - 24-Feb-2009

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