Narcotráfico y violencia son inseparables, porque los conflictos entre las partes sólo pueden resolverse al margen de la ley.
Con violencia
- se castigan los incumplimientos de contratos entre proveedores, intermediarios y consumidores;
- compiten las bandas rivales por controlar territorios;
- se defienden los traficantes de la acción policial,
- inhiben la denuncia por parte de la población honesta obligada a convivir con ellos.
Así, el narcotráfico restringe brutalmente los derechos y libertades de las personas -es riesgoso transitar por las calles, por los frecuentes tiroteos-, a la vez que daña la propiedad pública y privada de los territorios en que se asienta.
En algunas zonas las bandas ilegales ejercen tal dominio territorial, que inhiben la acción policial y alejan la oferta de servicios públicos, anulando en la práctica el Estado de Derecho.
En las últimas semanas se han conocido episodios de esta realidad en ciudades peruanas, mexicanas y chilenas; bandas ilegales transnacionales afectan la vida de miles de ciudadanos en distintos puntos del continente, lo que confirma una vez más "la globalización" de este problema.
Es muy difícil combatir el narcotráfico en los niveles inferiores de tales bandas, pues reponen a los miembros de menor rango aprehendidos sin mayor dificultad y sin sufrir ellas mayor daño, lo que incrementa la masa de jóvenes marginados que se involucran en el tráfico y se alejan de la legalidad.
Es lo que parece estar ocurriendo en La Legua Emergencia. A pocos años de que el Gobierno interviniera esa población y apresara a varios traficantes, la policía constata que sus reemplazantes más jóvenes y más violentos han retomado las actividades.
Por eso, es indispensable complementar la represión del tráfico con programas sociales que aborden los problemas de desempleo y baja productividad que aquejan a quienes diariamente son tentados a participar en el ilegal negocio.
Como toda industria, ésta también se sustenta en una demanda, en la que "es posible influir".
- La provisión de tratamiento médico y psicológico para consumidores y
- los programas de prevención basados en información cierta sobre los riesgos del abuso de sustancias pueden hacer retroceder la demanda por drogas.
Estudios en varios países de altos ingresos han concluido que la mayor información sobre los efectos del tabaco en la salud es la causa de la disminución constante de su consumo.
Acciones dirigidas a reducir la demanda por drogas ilegales tienen el potencial de asestar al narcotráfico un golpe más duro y más duradero.
Editorial - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 28-Feb-2009
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