Aunque difieren en qué hacer con ellos, Joseph Stiglitz y Edmund Phelps no tienen una mirada optimista sobre el plan esbozado hasta ahora por Obama. Mientras el primero apoya la nacionalización, el segundo asegura se necesita un nuevo tipo de bancos.
Recesión se ha convertido en una palabra común para los estadounidenses. Está en todas partes, en la televisión, en la calle, en la publicidad. Sin embargo, parece haber una cierta esperanza en los planes del gobierno, todavía. Pero entre los economistas no es la tónica general.Cada vez hay más voces críticas al plan de rescate bancario -Capital Assistant Program- que debería ser anunciado el día de mañana.En un encuentro con el Grupo de Diarios de América (GDA) en Nueva York, dos premios Nobel de Economía critican el plan diseñado por el equipo económico de Barack Obama:
- Joseph Stiplitz cree en nacionalizar los bancos que no puedan continuar, por falta de capital, en el mercado; y
- Edmund Phelps asegura que firmas como Citibank o Bank of America están en camino de convertirse en lo que él llama "bancos zombies".
"Necesitamos nuevos bancos, porque los que tenemos ahora son terribles. No son útiles para lo que necesitamos. Ahora necesitamos un nuevo tipo de bancos,
- enfocados en las empresas,
- capaces de financiar inversiones a largo plazo,
- necesitamos regresar a los bancos locales y regionales.
Esta es la oportunidad", apunta Edmund Phelps, quien no ve futuro en que el Gobierno siga colocando dinero en las firmas en problemas.
Pero, ¿el primer paso para crear estos nuevos bancos es nacionalizar los actuales?
"Los bancos actuales están en camino a convertirse en "bancos zombie", descapitalizados, con gente que no quiere hacer negocios con ellos, y ellos con miedo a prestar por temor a colocarse en una situación más precaria", responde Edmund Phelps.
Joseph Stiglitz no es tan radical. Al menos no plantea el fin de las firmas, pero sí cree que no hay otro camino que la nacionalización, como una forma de garantizar que el dinero que reciben fluya hacia la economía y no se gaste en cosas, como bonos a los ejecutivos, o se pierda ante la quiebra de las empresas.
"Nadie sabe cómo se ha calculado el riesgo. Le hemos prestado dinero a General Motors, pero probablemente veamos una quiebra comercial de GM, no lo sé, probablemente si eso sucede la Fed perdería, y los estadounidenses perderían el dinero que le prestaron", asegura el economista.
El valor del rescate
Un cálculo de The New York Times cifra en US$ 8,8 billones (millones de millones) los compromisos adquiridos por el gobierno de Obama con la banca, de los cuales ya ha gastado US$ 2 billones (millones de millones).
Para Stiglitz, determinar el costo final del rescate puede ser tarea imposible. "Hay una gran parte que no se está poniendo en los libros, porque nadie sabe, por ejemplo, cuánto valen las acciones preferenciales que el gobierno recibió de Citigroup... Probablemente, el déficit fiscal es mayor o será mayor del que está en los libros", afirma.
Chile: una cuestión de incentivos
¿Es suficiente inyectar dinero a la economía?
La respuesta de ambos premios Nobel es "no". "Es la mejor forma de atacar el desempleo", dice Phelps, respecto a los programas fiscales, pero -se apresura a aclarar- "como una medida para estabilizar al paciente (...) No estoy de acuerdo en crear una economía basada en la inversión en infraestructura".
Respecto a Chile, Joseph Stiglitz dice que al igual que en EE.UU., el estímulo es sólo un paliativo: "Hay que dejar algo en claro, los planes fiscales tienen como objetivo crear empleos, pero no nuevos puestos, sino paliar la destrucción de puestos de trabajo.
Es decir, no son la solución, pero los efectos en la economía serían peor sin ellos".-En Chile hay una discusión entre el gobierno y los bancos sobre la forma de reactivar el flujo de crédito. Se bajaron las tasas y se abrieron líneas de crédito, pero no parece funcionar."No es suficiente con bajar las tasa de interés para abaratar el dinero o abrir líneas de crédito,
- es necesario crear los incentivos adecuados (...) para que los bancos presten dinero, pero también
- es necesario crear incentivos para que las empresas requieran esos créditos".
-¿Cuáles serían esos incentivos?
"Un incentivo para prestar es garantías, que el Gobierno garantice los préstamos a futuro. Para las empresas sería un crédito tributario a la inversión. El gobierno puede asumir el 15% o 20% del costo de las inversiones, como un incentivo para que se hagan ahora, algo como una oferta tributaria, porque se necesitan las inversiones ahora y no en cinco años... hágalo ahora y le costará 15% o 20% menos...".
Marcela Vélez - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 24-Feb-2009
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