En el instituto dicen que los excesos de las entidades financieras detonaron la crisis y no una falla de los derivados.
La crisis no ha terminado y no podría estimar exactamente cuándo ni cómo finalizará. Mientras persista la crisis, veremos más instituciones financieras en problemas, y todo será aún más doloroso para la economía mundial en lo que resta de año", fue la devastadora conclusión de Myron Scholes, en una conferencia dada en Alemania hace unos días.El estadounidense y ex facultativo del MIT (Massachusetts Institute of Technology), Premio Nobel de Economía en 1997, desató la desesperanza en los presentes, pues junto a Fischer Black y Robert Merton -también ex MIT-son los creadores del método que hoy en día se utiliza para determinar el valor de los derivados.Su teoría establece que en el mercado bursátil existe la posibilidad de perder enormes cantidades de dinero en poco tiempo, pero todo está en el uso que se le dé y la visión de riesgo que se tenga.
Arnoldo Hax, académico del prestigioso instituto, aseguró a "El Mercurio" que "se cometieron muchos abusos por parte de las instituciones financieras. Las personas comenzaron a cargarse de hipotecas por montones y los bancos las vendieron, con esos volúmenes ya nadie es capaz de apreciar el riesgo".El rápido desarrollo de sofisticados mercados de derivados en materia de títulos respaldados por hipotecas, así como otros productos, sí pudieron contribuir a la actual turbulencia financiera, pero son sólo algunos de los ingredientes que componen la crisis, según el experto del MIT James Poterba. "Si todos los otros factores hubiesen estado presentes, como
- las primas de bajo riesgo,
- las políticas públicas en los Estados Unidos que incentivaron la adquisición de hogares,
- además de un gran espectro de capitalistas en busca de riesgos bajos,
esta turbulencia pudo tomar una forma diferente, pero no estoy seguro de que sin la existencia del mercado de valores pudiésemos evitarla", asegura Poterba, desde su oficina en Massachusetts.En la misma línea, Arnoldo Hax atribuye la debacle bursátil a la falta de comprensión de un instrumento complejo por parte de las autoridades pertinentes, lo que redunda en una regulación deficiente que facilita los abusos de ciertos actores como Lehman Brothers y Bear Stearns.Cuando este mecanismo difícil de entender se combina con
- excesivo optimismo en los riesgos subyacentes,
- alta rentabilidad y
- las malas prácticas en la generación de hipotecas, como se ha llevado a cabo en los últimos años,
este mismo proceso, según explica James Poterba, ha permitido a algunas instituciones financieras a asumir un nivel de riesgo que fue imprudente a la luz de los riesgos subyacentes de la situación financiera y de economía real."No es una bomba atómica"Los economistas del MIT se defienden con una analogía muy clara: culpar al mercado de derivados por la crisis, es como culpar a Einstein por el bombardeo a Hiroshima. "Como todas las cosas, esto tiene su lado bueno y su lado malo, hoy se ve la cara más triste, pero no por eso se tiene que perder la confianza en los derivados", dice Poterba.Además de ayudar y facilitar el manejo de portafolios, por décadas este mecanismo de "seguros" en el mercado hipotecario ha ayudado a bajar los costos de los préstamos para las familias interesadas en comprar su vivienda y, por consiguiente, ha mejorado el acceso a los hogares, en palabras del experto.El mismo decano de la Escuela de Negocios del MIT, David Schmittlein, señaló a "El Mercurio" que la responsabilidad de la crisis no recae en la formación de las escuelas y, mucho menos, en su instituto, ante la irresponsabilidad de los CEO, titulados en prestigiosas facultades, pero que resultaron incapaces de salvar a sus compañías de la quiebra.No les gusta que se culpe a quienes crearon los sistemas o estudiaron en el MIT y han dirigido algunas de las empresas en problemas, como el ex CEO de Merrill Lynch, John Tain. "No es muy productivo hacer generalizaciones, de lo que lograron, en qué se equivocaron o a qué escuela fueron los profesionales del sector financiero. Lo mejor es ver las situaciones individuales y ver qué tipos de desafíos surgieron en estas circunstancias", sugiere en medio de una férrea defensa a su escuela ya que "en el MIT hemos concluido que la lección de esto no es que necesitemos más simplicidad de los sistemas financieros, sino que necesitamos un mejor entendimiento de la complejidad de los mercados financieros. Esa complejidad no desaparecerá, y necesitamos personas que entiendan mejor cómo ciertos riesgos están ligados a otros riesgos".Los profesores del MIT, finalmente, valoran el esfuerzo de Black, Scholes y Merton, quienes como académicos del MIT y a través de su innovadora investigación, desarrollaron formas de valorar los productos derivados como las opciones, ayudando así a abrir un gran mercado para el sofisticado riesgo compartido. "Para nosotros en el MIT, la reciente debacle financiera no debe ser interpretada como un argumento para oponerse a la evolución de productos refinados en materia de riesgo", afirma Poterba.Por parte del MIT no hay deseos de involucrarse más en la crisis. Su decano ya aclaró que el foco de su Escuela de Negocios apuntará a evitar una futura crisis más que a encontrar una salida a la actual. Los facultativos de la instituto estadounidense están convencidos de que ahora hay un problema de desconfianza que no deja descansar a los inversionistas. "Lo desastroso es que la economía tocó fondo y nadie sabe lo que pasa. Esto va más allá de un método, no se tiene certeza de lo que se compra y no se cree en el sistema", argumenta Arnoldo Hax.
El premiado método que hoy está en la discordia
El modelo conocido como "Black & Scholes" fue más que una solución a un problema económico que no tuvo salida por más de 70 años. El principal aporte de Roger Merton, Fischer Black y Myron Scholes, apunta a la importancia teórica y práctica de su método analítico.Su descubrimiento, que se hizo acreedor del premio Nobel en 1997 por ofrecer a la comunidad un nuevo método para el cálculo de los productos derivados, desencadenó en la aparición de nuevos instrumentos financieros y facilitó un manejo más eficaz del riesgo, no sólo entre los agentes económicos asiduos a tomarlo, sino también entre aquellos reticentes a él.
La importancia del "Black & Scholes" radica en que ha hecho posible una administración científica del riesgo que permite un rápido crecimiento, como en los últimos 30 años, de los mercados de derivados.Si bien Black y Scholes fueron los impulsores de esta mecánica para operar mercados, fue Merton quien tomó el paper que ambos escribieron para hacer algunos aportes. El mismo Black expone en uno de sus artículos que "Merton señaló que si se asume un trading continuo entre la opción y la acción, puede mantenerse entre ellas una relación que esté, literalmente, libre de riesgo". En el documento final que publicaron Scholes y Black incluyeron las acotaciones de Merton, claro que Black no pudo formar parte del premio Nobel, pues falleció en 1995.El académico del MIT Arnoldo Hax explica que con este notable modelo surge la gestión de ingeniería financiera, pues "la evaluación de opciones y riesgo cambió para siempre la forma de operar de Wall Street".
Hugo Hernández Donoso - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 12-Oct-2009
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