sábado, 11 de octubre de 2008

Rusia: Falsa "gran potencia" por su incapacidad de compresnsión

La Rusia de hoy es una falsa gran potencia por su incapacidad de compresión.

Philippe Moreau Defarges es uno de los más grandes especialistas europeos en estrategia y geopolítica mundial, codirector del «Rapport annuel mondial sur le syst_me économique et les stratégies», del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI). Acaba de publicar una obra de referencia indispensable: «La Géopolitique pour les nuls», un brillantísimo análisis del nuevo mundo que emerge con la gran crisis financiera.

-¿Es comparable la crisis financiera actual con la Gran Depresión de 1929?
-Sí. Son comparables. Y los rasgos comunes saltan a la vista:
- el hundimiento de las Bolsas mundiales,
- el efecto dominó,
- las tormentas de miedo.
Pero también hay diferencias importantes.
- Hoy vivimos una economía mundial, mientras que la crisis de 1929 fue una crisis esencialmente europea, estadounidense y japonesa.
- En la crisis actual hay grandes actores, como China, que podrán terminar por actuar e intervenir. Hoy vivimos en un mundo mucho más rico. Los Estados y las instituciones tienen unos recursos para intervenir infinitamente más grandes.
- Tercera diferencia: los grandes actores tienen hoy la experiencia de 1929. Conocemos grandes errores, que pueden evitarse.
- Cuarta: hoy existen grandes instituciones y organismos internacionales, que tienen su importancia.
- Y quinta: la crisis de 1929 atizaba temibles rencores. Hoy, con la excepción de Rusia, todos los grandes actores se comportan con mucha prudencia.

-La antigua «república imperial», los EE.UU., ¿no son ahora demasiado pequeños para controlar la crisis de su propio sistema financiero?
-Sí. La gran crisis de 1929 concluyó en 1945 con la emergencia de los Estados Unidos como gran potencia mundial. Hoy vivimos una crisis pero de signo inverso. La crisis actual nos habla de un imperio en declive, víctima de todas las crisis de los imperios en declive, del hiperconsumo y del endeudamiento masivo.

-Al mismo tiempo, por vez primera en su historia, Europa no controla ni puede asegurar ella sola su propia seguridad; y su prosperidad está amenazada por su incapacidad a controlar incluso sus abastecimientos energéticos. ¿No recuerda Europa, hoy, a Bizancio?
-Sí. Es un recuerdo trágico. Dicho esto, Bizancio cayó víctima de una invasión militar. Hoy, nuestro gran desafío es la competencia económica mundial. Y es muy cierta y grave la vulnerabilidad energética de Europa.

-En una de las fronteras de Europa, Rusia utiliza sus cuerpos de ejército con una determinación imperial.
-Rusia tiene hoy el comportamiento colonial de los grandes imperios del siglo XIX. Sin embargo, a mi modo de ver, Rusia es una falsa gran potencia.
- Su demografía,
- su sanidad,
- su incapacidad de comprensión
le impiden ir mucho más allá en su comportamiento de imperio colonial. En su día, Moscú deberá pagar muy caro su comportamiento colonial, que está atizando la formación de guerrillas, semillas de nuevas amenazas terroristas.


Si lo entiendo bien, el problema de los nacionalismos puede precipitar nuevas crisis dentro y en la periferia de Rusia.
-Sin duda. El antiguo concepto del derecho de todos los pueblos a la libre determinación crea un gigantesco follón en la escena internacional, ya que es una fuente de fragmentación permanente y sin límites.

-¿Cómo puede afectar tal dinámica a la Unión Europea, a toda Europa?
-Puede ser un factor de destrucción de la Unión Europea, ya que acelera los enfrentamientos. La legitimidad tradicional de los Estados está sufriendo una erosión. Las instituciones están ausentes, invisibles, ante la gran crisis financiera actual. En tercer lugar está la legitimidad de los micro-Estados y de las nacionalidades de muy distinta naturaleza.

-¿Tienen China o la India la vocación imperial que les permita aspirar a un liderazgo mundial? ¿Hacia donde se dirige la nueva sociedad internacional emergente con la crisis?
-No. Ni China ni la India aspiran a sustituir a los EE.UU. A mi modo de ver, estamos entrando en una larga fase de transición geopolítica mundial. La gran tentación de los grandes colosos, EE.UU., Rusia, China, quizá será la de recrear un concierto mundial, algo así como un «sindicato» de colosos. Pero, ojo, no olvide que los colosos son muy celosos entre ellos. Y a veces no se entienden en absoluto. Los EE.UU. son un imperio en decadencia, un coloso caído por los suelos. Pero no tienen un sucesos de su estatura en la escena internacional.

-¿Cuáles debieran ser las prioridades del futuro presidente de los EE.UU.?
-De entrada, tendrá que poner orden en las finanzas nacionales de su patria. A la vista del fabuloso endeudamiento norteamericano, el futuro presidente quizá se vea obligado a renegociar con sus acreedores el montante gigantesco de esa deuda.
En segundo lugar, el futuro presidente de EE.UU. deberá replantear su política en Europa y Oriente Medio. En Europa, Washington deberá ser mucho más duro con los renuentes aliados europeos.

JUAN PEDRO QUIÑONERO - "ABC" - Madrid - 11-Oct-2008

La pírrica victoria de Putin
El 11 de julio, con el petróleo a más de 147 dólares el barril y con el pronóstico de llegar a los 200, Moscú se frotaba las manos y Putin anunciaba un incremento del presupuesto de defensa para 2009 del 27 por ciento, alcanzando los 67.000 millones de euros.
Con fabulosos ingresos energéticos, el Kremlin se sentía poderoso e imbatible, y presumía de que en 2020 sería la primera economía europea. Creía que había llegado el momento de romper el acoso al que se sentía sometido por EEUU y la OTAN.
Pero el petróleo comenzó a caer. Moscú intuyó que también podía perder su posición privilegiada en el Cáucaso, y empezó a preposicionar sus tropas. Los servicios secretos más avispados estaban sobre aviso.
Israel, no queriéndose ver involucrada, cesó la venta de armas a Georgia una semana antes del conflicto. Rusia, con el petróleo ya a 115 dólares, decidió pasar a la acción el 8 de agosto, para marcar su territorio. En cuatro días ganó la guerra a Georgia. Pero sólo fue una victoria pírrica.
- El petróleo se desmorona imparable y la paridad rublo-dólar se hunde.
- Los valores de bolsa -índice RTS- caen en picado, arrastrados por las mermas de beneficios de las empresas energéticas.
- Los inversores extranjeros huyen de Rusia y se desprenden de sus acciones.
- Desde mitad de julio, desaparecen 620 millones de euros de los fondos de inversión.
- Sólo en los 10 primeros días de septiembre, se fugan 3,8 mil millones de euros.
Para intentar salvar el sistema financiero, el Kremlin se ve obligado a anunciar una inyección de un billón de rublos en octubre. La posibilidad de acceder a la Organización Mundial del Comercio está más lejos que nunca y en el Reino Unido incluso se habla ya de excluir a Rusia del G-8.
Un Moscú ya mucho más humilde ha pedido árnica a su principal socio comercial, la UE. Y las principales potencias europeas le han tendido la mano.
Rusia les representa un aliado estratégico
- por su rol de suministrador de energía y
- por ofrecer un fabuloso mercado casi virgen, ansioso de consumo y lujo.
Los Veintisiete envían una misión de 200 observadores que ratifica la postura separatista, y aceptan que Rusia duplique el número de su soldados (7.600) en los dos nuevos Estados.
- Considera que no hace falta violentar y humillar innecesariamente a Rusia.
- Para no agraviar a Georgia, la UE le compensa con 500 millones de euros para su reconstrucción.
La contención de la temida expansión política, económica y militar rusa se ha logrado a través de la geoeconomía, quedando Rusia más debilitada para llevar a cabo sus planes que si hubiera sido derrotada en una gran batalla sangrienta.

PEDRO BAÑOS - "ABC" - Madrid - 11-Oct-2008

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