Antes de convertirse en gobernador de Virginia y en el tercer presidente de Estados Unidos, Thomas Jefferson proclamó el derecho inalienable de los hombres
- a la libertad,
- a la propiedad y
- a la búsqueda de la felicidad.
Esa entusiasta proclamación de principios, sin embargo, no impidió al optimista Jefferson ser el propietario de más de un centenar de esclavos. Al padre de la independencia americana, sin embargo, no le gustaba la esclavitud, aunque creía que los negros eran inferiores en cuerpo y alma a los blancos. Y aconsejaba que fuesen devueltos a África para impedir una mezcla de razas que consideraba funesta.
Pero Jefferson fue también un precursor en vindicar el no menos inalienable derecho a la contradicción. Porque, por más que abominara de la mezcla racial, no por eso se abstuvo de hacer ocho hijos a una de sus esclavas, Sally Hemings, una mulata de su propiedad, treinta años más joven que él, con quien mantuvo una relación estable de por vida.
La historiadora Annette Gordon-Reed ha estudiado esta página oculta de la vida del héroe de la libertad americana en su libro «Los Hemingses de Monticello», en el que se plantean algunas preguntas de muy difícil respuesta:
- ¿Fue una relación de amor la que existió entre el ilustrado político y su esclava?
- ¿Acaso no estaría indefectiblemente viciado su vínculo por la insoslayable condición de sierva frente al amo?
- ¿Es esa dependencia compatible con el amor?
- ¿Fue aquella una descarada explotación sexual?
Jefferson dio la libertad a sus hijos engendrados con la esclava, que decidieron hacerse pasar por blancos ya que su ligero tostado de piel así se lo permitía. Lo que a su vez nos plantea otro interrogante:
- ¿Consideran los descendientes de la esclava Sally Hemings que el amo Jefferson fue uno de los padres de la libertad?
Y nos permite presentar esta historia como una parábola de las tormentosas relaciones políticas que han vivido negros y blancos en EE.UU.
Las raíces de Obama no se hunden en tierras tan movedizas. Pero,
- a la libertad,
- a la propiedad y
- a la búsqueda de la felicidad.
Esa entusiasta proclamación de principios, sin embargo, no impidió al optimista Jefferson ser el propietario de más de un centenar de esclavos. Al padre de la independencia americana, sin embargo, no le gustaba la esclavitud, aunque creía que los negros eran inferiores en cuerpo y alma a los blancos. Y aconsejaba que fuesen devueltos a África para impedir una mezcla de razas que consideraba funesta.
Pero Jefferson fue también un precursor en vindicar el no menos inalienable derecho a la contradicción. Porque, por más que abominara de la mezcla racial, no por eso se abstuvo de hacer ocho hijos a una de sus esclavas, Sally Hemings, una mulata de su propiedad, treinta años más joven que él, con quien mantuvo una relación estable de por vida.
La historiadora Annette Gordon-Reed ha estudiado esta página oculta de la vida del héroe de la libertad americana en su libro «Los Hemingses de Monticello», en el que se plantean algunas preguntas de muy difícil respuesta:
- ¿Fue una relación de amor la que existió entre el ilustrado político y su esclava?
- ¿Acaso no estaría indefectiblemente viciado su vínculo por la insoslayable condición de sierva frente al amo?
- ¿Es esa dependencia compatible con el amor?
- ¿Fue aquella una descarada explotación sexual?
Jefferson dio la libertad a sus hijos engendrados con la esclava, que decidieron hacerse pasar por blancos ya que su ligero tostado de piel así se lo permitía. Lo que a su vez nos plantea otro interrogante:
- ¿Consideran los descendientes de la esclava Sally Hemings que el amo Jefferson fue uno de los padres de la libertad?
Y nos permite presentar esta historia como una parábola de las tormentosas relaciones políticas que han vivido negros y blancos en EE.UU.
Las raíces de Obama no se hunden en tierras tan movedizas. Pero,
¡qué vindicación para los descendientes de Sally si fuese elegido presidente!
Ni Cecil B. de Mille llegó a soñar un argumento parecido
Ni Cecil B. de Mille llegó a soñar un argumento parecido
ALBERTO SOTILLO - "ABC" - Madrid - 13-Oct-2008
Thomas Jefferson
Nació en Shadwell (Virginia) el 13 de abril de 1743, en el seno de una familia acomodada. Fue el tercero de los diez hijos (dos de los cuales nacieron muertos) del matrimonio formado por Peter y Jane Jefferson, dueños de una plantación que llevaba el nombre de la ciudad. En 1752, Jefferson comenzó a asistir a clase en una escuela local. A los nueve años de edad, empezó a estudiar latín, griego clásico y francés. En 1757, cuando tenía catorce años, su padre murió, con lo que él heredó unos 5.000 acres de terreno. Algún tiempo más tarde ingresó en la Universidad. En 1772, Jefferson contrajo matrimonio con una viuda, Martha Wayles Skelton (1748-1782). Tuvieron seis hijos, pero Martha falleció el 6 de septiembre de 1782, con lo que Jefferson quedó viudo y no volvió a casarse. Se asegura que, además, tuvo al menos siete hijos con Sally Hemings, una de sus esclavas.
Fue delegado continental del congreso, gobernador, secretario del estado y Presidente. Tras este último cargo, se retiró en su estado natal, donde falleció, en julio de 1826, a la edad de 83 años.
Fue el tercer presidente de los Estados Unidos de América, ocupando el cargo entre 1801 y 1809. Anteriormente también había ocupado los cargos de vicepresidente (entre 1797 y 1801) y de gobernador de Virginia (1779-1781), siendo conocido además por el hecho de ser el principal autor de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y por fundar de la Universidad de Virginia.
Fue delegado continental del congreso, gobernador, secretario del estado y Presidente. Tras este último cargo, se retiró en su estado natal, donde falleció, en julio de 1826, a la edad de 83 años.
Fue el tercer presidente de los Estados Unidos de América, ocupando el cargo entre 1801 y 1809. Anteriormente también había ocupado los cargos de vicepresidente (entre 1797 y 1801) y de gobernador de Virginia (1779-1781), siendo conocido además por el hecho de ser el principal autor de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y por fundar de la Universidad de Virginia.
Idea políticas
Thomas Jefferson consideraba que todos los hombres eran igualmente libres e independientes y tenían derecho a
- la vida,
- la libertad,
- los medios de adquirir propiedades,
- la búsqueda de la felicidad y
- la seguridad.
Esto se desprende del primer artículo de la Declaración de Derechos de Virginia redactada por George Mason en 1776.
Aclaró en su autobiografía que, las razas blancas y negras, igualmente libres, no pueden vivir en un mismo gobierno.
La base de la democracia jeffersoniana consiste en:
- democracia participativa
- separación de poderes
- separación Iglesia-Estado
- mentor de la libertad de conciencia por antonomasia
- el gobierno debe proteger la libertad de los individuos
- libertades de expresión y de prensa
Claudio J. Katz argumentó que Thomas Jefferson formaba parte de una corriente del liberalismo que era anticapitalista (Thomas Jefferson's Liberal Anticapitalism) llegando a proponer que los ciudadanos fueran autoempleados antes que aceptar el trabajo asalariado. Según Kantz, Thomas Jefferson, aún basándose en el iusnaturalismo de John Locke para definir el concepto de propiedad sobre la tierra, redefinió algunos argumentos para acabar enfocando su visión sobre la propiedad de la tierra hacia un modelo basado en la ocupación personal o familiar, haciendo una crítica a los sistemas agrarios basados en haciendas y latifundios pertenecientes a grandes terratenientes.
Además cuestionó la especulación financiera y los derechos de patentes, apostando claramente por el minifundismo. Aún así, algunas veces los especialistas han definido a su modelo económico republicanismo agrario o liberalismo agrario, en la misma línea de la tradición del republicanismo federal y del capitalismo.
Por estas razones ha sido visto con simpatía por algunos anarquistas que lo han considerado una persona próxima a algunas de las ideas libertarias, y hasta un precursor del anarquismo. Otros, en cambio, prefieren valorar su contribución fundamental en la creación y consolidación del que hoy es el Estado más poderoso del planeta.
Thomas Jefferson consideraba que todos los hombres eran igualmente libres e independientes y tenían derecho a
- la vida,
- la libertad,
- los medios de adquirir propiedades,
- la búsqueda de la felicidad y
- la seguridad.
Esto se desprende del primer artículo de la Declaración de Derechos de Virginia redactada por George Mason en 1776.
Aclaró en su autobiografía que, las razas blancas y negras, igualmente libres, no pueden vivir en un mismo gobierno.
La base de la democracia jeffersoniana consiste en:
- democracia participativa
- separación de poderes
- separación Iglesia-Estado
- mentor de la libertad de conciencia por antonomasia
- el gobierno debe proteger la libertad de los individuos
- libertades de expresión y de prensa
Claudio J. Katz argumentó que Thomas Jefferson formaba parte de una corriente del liberalismo que era anticapitalista (Thomas Jefferson's Liberal Anticapitalism) llegando a proponer que los ciudadanos fueran autoempleados antes que aceptar el trabajo asalariado. Según Kantz, Thomas Jefferson, aún basándose en el iusnaturalismo de John Locke para definir el concepto de propiedad sobre la tierra, redefinió algunos argumentos para acabar enfocando su visión sobre la propiedad de la tierra hacia un modelo basado en la ocupación personal o familiar, haciendo una crítica a los sistemas agrarios basados en haciendas y latifundios pertenecientes a grandes terratenientes.
Además cuestionó la especulación financiera y los derechos de patentes, apostando claramente por el minifundismo. Aún así, algunas veces los especialistas han definido a su modelo económico republicanismo agrario o liberalismo agrario, en la misma línea de la tradición del republicanismo federal y del capitalismo.
Por estas razones ha sido visto con simpatía por algunos anarquistas que lo han considerado una persona próxima a algunas de las ideas libertarias, y hasta un precursor del anarquismo. Otros, en cambio, prefieren valorar su contribución fundamental en la creación y consolidación del que hoy es el Estado más poderoso del planeta.
La compra de Luisiana
Se denomina compra de Luisiana a la adquisición de una extensa región en Norteamérica efectuada por Estados Unidos a Francia en 1803. El territorio, de unos 2.100.000,- km2, comprendía los actuales estados de Arkansas, Missouri, Iowa, la zona de Minnesota al este del río Mississippi, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Nebraska, Oklahoma, la mayor parte de Kansas, zonas de Montana, Wyoming, el territorio de Colorado al este de las montañas Rocosas y el de Luisiana al este del río Mississippi, con la ciudad de Nueva Orleans incluida.La región de Luisiana fue ocupada por Francia a comienzos del siglo XVIII.
A principios de 1803 el ejército francés de Santo Domingo quedó diezmado por una epidemia de fiebre amarilla y la sublevación estalló en la isla. Napoleón, decidido a sacar el mejor provecho de tan complicada situación, dio nuevas instrucciones a Talleyrand y el 11 de abril, éste sorprendió a Monroe y Livingston, embajadores estadounidenses con un único e innegociable ofrecimiento: la compra de la totalidad de Luisiana.
Aunque esta operación rebasaba su competencias, los embajadores aceptaron. A comienzos de mayo, se firmaron tres documentos por los que Francia cedía Luisiana a Estados Unidos. El precio acordado fue de 15 millones de dólares, de los cuales 11.250.000 suponían el pago a Francia de los derechos de cesión de los territorios. Los restantes 3.750.000 dólares fueron utilizados por el gobierno de Estados Unidos para satisfacer las reclamaciones de sus ciudadanos contra Francia.
En el momento de la compra, Jefferson fue interpelado sobre la constitucionalidad de la adquisición de territorios por no añadir una nueva enmienda a la Constitución estadounidense que le diera cobertura legal. No obstante, la adquisición de Luisiana fue ratificada por el Senado de Estados Unidos bajo la forma de tratado.
Se denomina compra de Luisiana a la adquisición de una extensa región en Norteamérica efectuada por Estados Unidos a Francia en 1803. El territorio, de unos 2.100.000,- km2, comprendía los actuales estados de Arkansas, Missouri, Iowa, la zona de Minnesota al este del río Mississippi, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Nebraska, Oklahoma, la mayor parte de Kansas, zonas de Montana, Wyoming, el territorio de Colorado al este de las montañas Rocosas y el de Luisiana al este del río Mississippi, con la ciudad de Nueva Orleans incluida.La región de Luisiana fue ocupada por Francia a comienzos del siglo XVIII.
A principios de 1803 el ejército francés de Santo Domingo quedó diezmado por una epidemia de fiebre amarilla y la sublevación estalló en la isla. Napoleón, decidido a sacar el mejor provecho de tan complicada situación, dio nuevas instrucciones a Talleyrand y el 11 de abril, éste sorprendió a Monroe y Livingston, embajadores estadounidenses con un único e innegociable ofrecimiento: la compra de la totalidad de Luisiana.
Aunque esta operación rebasaba su competencias, los embajadores aceptaron. A comienzos de mayo, se firmaron tres documentos por los que Francia cedía Luisiana a Estados Unidos. El precio acordado fue de 15 millones de dólares, de los cuales 11.250.000 suponían el pago a Francia de los derechos de cesión de los territorios. Los restantes 3.750.000 dólares fueron utilizados por el gobierno de Estados Unidos para satisfacer las reclamaciones de sus ciudadanos contra Francia.
En el momento de la compra, Jefferson fue interpelado sobre la constitucionalidad de la adquisición de territorios por no añadir una nueva enmienda a la Constitución estadounidense que le diera cobertura legal. No obstante, la adquisición de Luisiana fue ratificada por el Senado de Estados Unidos bajo la forma de tratado.
Wikipedia - es.wikipedia.org - 13-Oct-2008
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