El consumo de gasolina ha bajado casi un 2% en Estados Unidos en el último año por la crisis económica.
La OPEP mantiene que el incremento de la demanda de crudo caerá el año que viene a niveles del 2002.
El fantasma de la recesión planea sobre las grandes economías del mundo y amenaza con aplacar su sed de energía. Llega el momento de plegar velas en el mercado internacional del petróleo y así lo han entendido buena parte de los especuladores, los mismos que llevaron al crudo en volandas hasta sus máximos históricos. Su retirada de escena explica el descenso acumulado desde el récord del pasado julio que, en el caso del brent, se acerca ya al 25%.
El barril de este tipo de petróleo, de referencia en Europa, llegó a pagarse ayer en Londres a un mínimo de 110,31 dólares, 37 dólares más barato que cuando alcanzó su techo el 11 de julio. Mientras tanto, en Nueva York, el west texas -referente en EE.UU.-,se cruzó por debajo de los 112 dólares.
Y es que el temor a una caída de la demanda cobra fuerza cada día a uno y otro lado del Atlántico, alimentado, además de por el aluvión de cifras económicas preocupantes, por datos como los publicados por el Departamento de Energía estadounidense, que calcula que el consumo de combustibles ha caído en el país un 2,5% en el último año y el de gasolina, un 1,9%. Estados Unidos consume el 40% de la gasolina que hay en el mundo. El organismo encargado de la supervisión de las autopistas estadounidenses indicó el pasado miércoles que los automovilistas han recorrido este año en junio 20.000 millones de kilómetros menos que en el mismo mes del 2007, lo que equivale a un descenso del 4,7%.
Otros ejemplos
Pero, hay más ejemplos:
- en Canadá el descenso del consumo de gasolina fue del 3% en junio, y
- en Japón, del 9%.
- Otro dato más: las importaciones de crudo por parte de China también se han frenado en julio.
La propia OPEP también alimenta el miedo del mercado. El cartel advirtió ayer de que la desaceleración económica que sufren los principales países consumidores de petróleo ha comenzado a frenar el crecimiento de la demanda en todo el mundo. Según los cálculos de la organización, este año se registrará una tasa interanual del 1,17%, mientras que en el 2009 será del 1,03%, su nivel más bajo desde el 2002.
En su informe mensual, la OPEP retoca ligeramente a la baja, en 30.000 barriles diarios, su previsión de crecimiento del consumo mundial de crudo para este año. El estudio recoge que será de 86,90 millones de barriles diarios, uno más que en el 2007.
El cartel, que suministra dos de cada tres barriles que se consumen en el mundo, tiene previsto reunirse de forma oficial el próximo 9 de septiembre en Viena para discutir el futuro inmediato de su política de producción. En diciembre, volverán a reunirse con carácter extraordinario en Argelia.
Mayor bombeo
Además, el informe refleja que en los últimos meses han aumentado los suministros petroleros, tanto desde los pozos del propio cartel como desde los de otros productores ajenos a la organización, lo que ha contribuido relajar los precios.
Detrás de la caída de las cotizaciones del oro negro desde los máximos históricos de julio se encuentra también la recuperación emprendida por el dólar frente al euro (los contratos de crudo se negocian en la moneda estadounidense), lo que encarece la inversión.
Mercedes Mora - "La Voz de Galicia" - Santiago de Compostela - 16-Ago-2008
La onza de oro se hunde por debajo de los 800 dólares
La cotización de la onza de oro cayó ayer por debajo del listón de los 800 dólares, su nivel más bajo en diez meses, bajo la influencia combinada de la recuperación del dólar y la caída de los precios del petróleo. Tras haberse establecido el pasado 11 de marzo un techo histórico de 1.032 dólares por la onza, el metal amarillo ha perdido exactamente un cuarto de su valor. Ayer el precio alcanzó los 772,98 dólares por onza, su menor nivel desde fines de octubre. Cerró a 784,50 dólares.
«El sentimiento del mercado se ha tornado más bajista aún, después de que la cifras estadounidenses sobre la inflación reactivaran las especulaciones sobre la posibilidad de que la Reserva Federal estadounidense aumente sus tasas a fin de controlar la subida de los precios», comentó un analista.
Una fuerte correlación inversa une el valor de la divisa estadounidense al de la onza de oro: los inversores compran el metal amarillo cuando el dólar baja para protegerse contra la inflación, y de manera inversa, se deshacen de sus participaciones en oro cuando el billete verde sube.
Información - "La Voz de Galicia" - Santiago de Compostela - 16-Ago-2008
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