"En los últimos 15 años se cometieron muchos excesos por falta de regulación", dijo
Alfonso Paz-Andrade, Experto en Pesca - Presidente de la "World Fishing Exhibition" y agregó: "Considero que hubo falta de reflexión de cómo debía regularse un recurso renovable como es la pesca".
Desde su basto conocimiento de la materia y desde la amplia experiencia acumulada a lo largo de muchos años desde puestos de responsabilidad relacionados en la industria pesquera, Alfonso Paz-Andrade pasa revista a la situación mundial de la pesca, desde un país que figura entre los principales consumidores y una Galicia, con grandes intereses industriales en todo el mundo.
- ¿Cuál es su opinión sobre la situación de la pesca?
- A pesar de lo que podía pensarse, la industria pesquera está en un momento crucial, y no malo, sino todo lo contrario. Pienso que la industria pesquera se está jugando su futuro, lo que quiere decir que tiene futuro. Y tiene un futuro más alentador que hace 10 años.
- ¿Qué pasaba hace 10 años?
- En aquellos momentos
- con las alarmas medioambientales,
- con las alarmas ecológicas y
- algunos excesos de los ecologistas que califiqué en su momento de ecoterrorismo,
se llegó a cuestionar la viabilidad y el futuro de la industria pesquera. En varios países europeos de gran tradición se presentaron mociones parlamentarias que planteaban la necesidad de esquilmar los mares y de matar a los pobres peces. Esa era una interrogante que ya estaba instalada en una parte importante de la sociedad.
- ¿Está superada?
- Yo creo que sí. Hoy con la escasez de alimentos que se está viviendo en el mundo y sobre todo con la gran demanda de proteínas de origen marino que estamos soportando tanto en el mundo desarrollado como en los países que hace poco eran subdesarrollados, hoy ya quieren productos de calidad y proteínas de origen marino. Países que hoy ya tienen categoría y que son llamados emergentes, como son China, India o Malasia, ya quieren pescado. Felizmente su poder adquisitivo ha crecido mucho.
- ¿Qué efectos produce sobre la industria?
- Es un nuevo fenómeno que produce una gran presión. Otro fenómeno viene dado por países que tradicionalmente no comían pescado, como EE UU, que era el rey de la hamburguesa y el pollo frito, y después de que alguien dijera que el pescado es bueno para la salud, el consumo se disparó. En la actualidad EE UU, de forma un tanto desconocida, es uno de los grandes productores y consumidores del mundo.
Nadie le relaciona con un gran consumidor y, sin embargo, con Japón son los dos grandes consumidores mundiales. Es un dato muy significativo porque aumenta la presión sobre los armadores ante la necesidad de hacer más aportes.
- ¿Quiere esto decir que la pesca va a conocer tiempos mejores?
- Estamos ante una industria cuyo futuro no se cuestiona. La humanidad no puede prescindir del aporte de proteínas que hace la industria pesquera . Eso quiere decir que hay un futuro seguro. Y también quiere decir que la actuación del hombre sobre los caladeros pesqueros no ha sido buena.
En los últimos 15 años se han cometido muchos excesos por falta de regulación y de reflexión de cómo debía explotarse ese recurso renovable que es la pesca. También hay que contabilizar el aumento tecnológico de la capacidad que tienen las máquinas que son los barcos.
- ¿Cambió mucho el sistema de capturas?
- A principios de los 70 cuando un barco hacía un copo de 8 toneladas después de estar arrastrando 10 horas, se convertía en una fiesta. Hoy hay barcos que en 15 minutos izan copos de 80 toneladas. El avance tecnológico se ha hecho de forma tan eficaz que no se puede pescar todo lo que uno puede conseguir. Hay que regular para pescar en los momentos adecuados, en los que los peces llegan a una madurez biológica adecuada. No es lo mismo pescar una pescadilla de 100 gramos que una merluza de 6 kilos. Es el mismo individuo, pero las toneladas se multiplican en las capturas.
- ¿No se cuidan los caladeros debidamente?
- Ese tipo de gestión del mar cada vez se hace más importante. El mar es un recurso renovable que si no lo esquilmamos lo vamos a tener durante muchos años. Pero hay que mantenerlo, no podemos llegar a la extinción de las especies. Hay que cambiar los criterios. La gestión del mar cada vez es más importante.
El mar se tiene que convertir en una gran explotación ganadera que no produce gastos, sólo hay que extraerle el pescado.
- No hay que alimentarlo,
- no hay que cuidarlo,
- pero hay que respetarlo.
No podemos pescar más de lo que las masas biológicas producen. Y eso sólo se puede hacer a través de un gran concierto mundial y después de una gran concienciación de los empresarios, de aquellas personas que son las responsables de la explotación.
- ¿Cómo se consigue?
- En contra de lo que ocurría hace una década,
- la industria está ya reconocida como una necesidad,
- como una aportación imprescindible para erradicar y paliar el hambre en las zonas deprimidas de la humanidad.
Pero también para abastecer las despensas más exigentes del mundo, que en algún momento su tendencia era al crecimiento del consumo de carne y sin embargo ahora el crecimiento y la demanda de pescado es cada vez mayor, porque está relacionada con una dieta más sana, con una dieta más saludable. Por lo tanto, digamos que la pesca es una industria imprescindible. Y eso es bueno para el reconocimiento y el restablecimiento de la propia industria.
- ¿Es necesario un nuevo modelo?
- En efecto, la industria tiene que adaptarse a un nuevo modelo de explotación y a un concierto internacional. Lo que se haga en Europa tiene mucho que ver con lo que vayan a hacer en Japón, en el Pacífico o en el Índico, porque hay especies que son altamente migratorias. Las normas que se apliquen en un país van a tener repercusión en otro. Por otro lado tenemos que optimizar la producción global de proteína de origen marino. Y eso viene a través de lo que me refería antes de que es necesario alcanzar un concierto con un marco jurídico internacional que regule la explotación de los mares y una concienciación profunda de verdadero conocimiento de los armadores de que tienen que cambiar de forma de trabajar mediante nuevas prácticas.
- ¿Influirá en las capturas?
- Cambiar el modelo de gestión no quiere decir que se vaya a pescar menos o que la pesca vaya a ser menos rentable. La idea es cambiar de modelo de gestión para optimizar mucho más la actividad pesquera. Que lo que se pesque tenga más valor añadido y que no dañe el futuro inmediato de los cardúmenes pesqueros .
- ¿Cómo influye en el sector la elevada subida del gasóleo?
- Es un problema profundo pero coyuntural y creo que el sector ya lo entendió. Es un problema coyuntural y supraestatal. Los gobiernos tienen muy poco que ver con el precio del combustible. Todas las industrias dependientes en gran medida del consumo del combustible tienen que ir adaptándose, especialmente la pesquera donde el gasoil supone por lo menos, dependiendo del tipo de pesca, un 40% de los gastos de explotación de un barco, en algunos casos más. Estamos hablando de un gasto de primer orden y si en tres años su coste se eleva en más de un 150% es algo que
- o hay que repercutirlo en el precio del pescado
- o tenemos que reducir ese gasto de alguna otra forma.
- ¿Cuál es la solución?
- No hay una sola medida sino que habrá que adoptar un conjunto de medidas.
- Primero, tenemos que reactualizar la flota para que esté mucho más optimizada. Tiene que estar mucho más adecuada, para que consuma menos, que tenga la dimensión de lo que se pesca ahora. No es lo mismo las pescas que se hacían 15 años que las que se hacen ahora. En la actualidad
- se captura mucha menos cantidad pero a mayor precio y el barco es el mismo, lo que supone que
- tenemos un exceso de motor, de capacidad de bodegas, de instalación de maquinillas y de tripulaciones.
Y todo eso hay que adaptarlo, hay que optimizarlo, tenemos que utilizar máquinas con un consumo adecuado a la actividad que ahora realizamos. Por otro lado, tenemos que repercutir el coste del gasoil a los precios del pescado.
- Los armadores se quejan del bajo precio del pescado ¿a qué es debido?
- A la pesca ilegal. Hay en el mundo una actividad ilegal que tiene unas dimensiones tan desproporcionadas que está influyendo en el precio del pescado. Son flotas que
- pescan sin licencia,
- no tienen que pagar ningún tipo de tasas y
- después venden libremente.
Y esas flotas capturan pescado de tamaños prohibidos y pescan cupos que no tienen. Cometen un claro delito y una extorsión en el mercado. Es otro de los temas que hay que tratar a nivel global. No se trata de que España o la CE luchen contra los ilegales, esa lucha tiene que ser global porque estamos viendo que un barco europeo va a pescar a Tasmania, al Océano Pacífico, al Sur de Australia o al Norte de Nueva Zelanda.
La internacionalidad de la industria pesquera es tremenda. Pocas industrias hay en el mundo tan interactivas y tan internacionales. Cada vez vemos con más frecuencia un barco de una bandera determinada pescando en aguas territoriales de otro país con tripulaciones de cuatro o cinco nacionalidades y que van a vender sus capturas a otro país que no tiene nada que ver con su bandera. En la pesca puede decirse que sí ha entrado la globalización.
"La acuicultura es un paliativo pero nunca un sustituto"
- ¿Qué va a pasar con la acuicultura?
- Es un renglón de gran importancia, es un apoyo a la industria pesquera de consideración. En el mundo se capturan en el mar 86 millones de toneladas al año, cifra que se mantiene en los últimos ocho años. Sin embargo la acuicultura, que está creciendo con mucho vigor, ha llegado ya a los 42 millones de toneladas al año. Prácticamente el 50% del total. Pero hay que decir que esa producción de cultivos no se hacen en el mar. La gran mayoría, casi el 70%, son producciones en los grandes lagos con productos de agua dulce, como la trucha y otros peces nuevos que ya tienen un gran mercado en diferentes países.
- ¿La acuicultura va a ser una alternativa a la pesca?
- No lo va a ser, en mi modesta opinión. Está constatado que el consumo de pescado está teniendo un consumo exponencial y que si tuviéramos un 40% más de aporte de pescado, se consumiría. Pero la acuicultura no va a crecer ilimitadamente por más de una razón,
- Porque ocupa unos espacios en las costas muy grandes y a veces presenta problemas medioambientales.
- Son grandes extensiones que hay que convertir en piscinas con unos acopios de agua muy elevados.
- Y sobre todo que hay que alimentar esos peces, lo que se hace con harina de pescado.
- Estamos ante la paradoja de que pescamos peces que convertimos en harina de pescado para, a su vez, alimentar a otros peces.
Hasta ahora estaba bien porque era una proteína barata que se convertía con un valor añadido en un rodaballo o un salmón que tiene mayor valor. Pero hay un coste de producción. Hay científicos y economistas que se están preguntando si no será mejor aprovechar los peces para consumo humano.
La acuicultura es un paliativo pero nunca va a ser un sustituto. No se va a poder prescindir de la pesca.
"La actividad de larga distancia ya no se hace desde Galicia, tiene más sentido desde los países propietarios de las aguas".
- ¿Cuál es la posición actual de Galicia en el sector de la pesca en el mundo?
- Desde que la pesca hay que hacerla en aguas que tienen otro propietarios, Galicia perdió dimensión, aunque la pesca sigue siendo un hecho muy importante para el PIB gallego. Nuestra tierra se encuentra con las limitaciones derivadas de la falta de caladeros. Pero aunque no tengamos grandes empresas pesqueras sí tenemos gran inversión de este sector en otros países como son los casos de las Islas Malvinas, Chile, Nueva Zelanda, o las empresas con que contamos en África del Sur, Mozambique, Namibia, Angola... Son empresas locales, pero el capital social, de forma mayoritaria, pertenece a empresas gallegas.
Es muy importante que los centros de decisión y comercialización estén aquí y es muy importante que sigan manteniéndolos. La pesca de larga distancia ya no se hace desde Galicia, tiene mucho más sentido hacerla desde los países propietarios de esas aguas.
- La flota descarga las capturas en el lugar de origen,
- después en contenedores traslada los productos en gran mayoría hasta puertos gallegos para ser procesados y recomercializados.
- Finalmente, la mercancía sale directamente a los mercados internacionales.
- ¿Qué importancia tiene la pesca de bajura dentro del contexto general?
- Desde todos los puntos de vista es de una gran trascendencia. La industria pesquera de bajura de pescado fresco, lo que llamamos pescado del día, de una o dos jornadas de trabajo, supone un aporte de pescado de gran calidad, pero sobre todo destaca por la importancia social que representa.
La pesca de bajura está diseminada por toda la costa, es un rosario por los pueblos costeros de Galicia donde cada barquito es una industria:
- El patrón es el armador,
- su hijo es el jefe de máquinas y
- su mujer, la chabolera y la que repara las redes.
Son núcleos de pequeñas industrias donde sería muy difícil localizar un tipo de industria sustitutiva. Se trata de una industria limpia, que cada vez está más regulada y, por tanto, resulta más rentable. Este tipo de pesca es necesario mantener más que por la aportación cuantitativa, por la cualitativa, pero sobre todo por el valor social que tiene este tipo de industria.
No es un fenómeno exclusivo de Galicia, sino que también ocurre en países tan desarrollados como Noruega, Islandia u Holanda.
F.ALONSO - "Faro de Vigo" - Vigo - 10-Ago-2008
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