Ya no sólo Chile apuesta a ser potencia. Argentina y Brasil, por condiciones naturales, ya son líderes exportadores del continente. Otros, como Colombia y Perú, expanden su frontera agrícola. Así la región se perfila como la fuente más importante de alimentos para el mundo.
Jazmine Zhang (35) nació en Shandong, ciudad de la costa este de China. Es hija única de padres que eran dirigentes del Partido Comunista. Su infancia transcurrió en un ambiente acomodado, con costumbres tradicionales, rodeada de campos de algodón y trigo, y con una alimentación a base de arroz.
Pero su vida cambió cuando se mudó a Beijing a estudiar inglés y negocios. Ahí fue testigo de la llegada masiva de alimentos occidentales como el Mc Donalds, y productos como el pan, el vino e incluso ron y coñac.
Hoy Jazmine es la segunda encargada de la multinacional Vodafone y al tener mayor poder adquisitivo sucumbió a las nuevas tentaciones alimentarias, al igual que muchos de sus 1.300 millones de compatriotas.
Historias similares existen también en India, donde los cambios en los hábitos alimentarios, que implican mayores demandas, sumados a la baja en la producción agrícola de los países europeos, de Australia e incluso de Estados Unidos, tienen al mundo sumido en una creciente necesidad de alimentos, los que ante la mayor demanda no paran de subir de precio.
Así, los ojos hambrientos del mundo están puestos en los campos de Sudamérica que, por la abundancia de agua y de tierras aún no explotadas, aparece como la fuente principal desde donde saldrán los alimentos que el mundo necesita. Sobre todo ahora que, según cálculos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en 2030 el planeta deberá duplicar su producción para poder alimentar a todo el mundo.
Esta fue una de las conclusiones de la XV Reunión Interamericana a Nivel Ministerial en Salud y Agricultura realizada en Río de Janeiro, donde se estableció que la región puede potenciar su título de "granero del mundo"."Latinoamérica es ya la cuenca exportadora neta más importante del mundo. Del total de la producción de alimentos, la región genera
- el 25% de los cereales,
- el 34% de las oleaginosas,
- el 25% de las frutas,
- el 11% de las raíces y tubérculos,
- el 31% de la carne y
- el 24% de la leche",
explica Gonzalo González, representante de IICA para Chile.
En este nuevo desafío para Sudamérica ya aparece un líder. Brasil, con su inmenso capital de tierras arables y su buena posición económica actual."Están muy fuertes y tienen mucho por crecer aún. Por ejemplo, en el valle de San Francisco prontamente sumarán 100 mil hectáreas a las 300 mil que ya tienen para las plantaciones agrícolas.
Chile y Perú también jugarán un papel importante en la producción de frutas y verduras, donde ya llevan camino avanzado. La contraparte la tienen países como Bolivia o Venezuela, que han estatizado todas las tierras y ningún agricultor hace inversiones en el largo plazo", dice Fernando Cillóniz, presidente de Inform@cción, empresa dedicada a proveer información sectorial y de mercados de Perú.
Las cifras del Banco Mundial dicen que gran parte de los países de la región ha subido su productividad agropecuaria. Por ejemplo,
- desde 1960 a 2000 Brasil subió en 1,93%,
Argentina en 1,84%,
Colombia 1,43%,
Perú 1,36%, y
Chile en 1,2%.
Y esto pareciera que ahora se va a ampliar. Los cambios económicos y políticos que viven otros países están llevando a una explosión en el sector agrícola. Un ejemplo es la disminución de la virulencia de las FARC, lo que permite el reintegro a la producción de tierras que hasta ahora no eran cultivadas.
Significa que países como Colombia, Paraguay, Uruguay y Perú estén extendiendo su frontera agrícola más tradicional y se especializan en la producción ganadera y hortofrutícola.
"Hay una posibilidad gigante de que Sudamérica se transforme en el gran proveedor de alimentos del mundo. Para lograrlo es necesario que los distintos países actúen como bloque y logren destrabar la Ronda de Doha.
Brasil debe superar su conflicto con Argentina y dejar de discutir sobre quién será el líder de este proceso, porque tienen una producción complementaria", explica Gonzalo Jordán, ingeniero agrónomo y director de Invertec.
Pero no todo es producir
La región es un enjambre de realidades radicalmente distintas.
- Chile es líder en comercialización, con un conocimiento amplio de negociaciones y necesidades de los compradores desarrollados.
- Argentina, un país cerealero, con tierras y capacidades productivas que lo tienen desde hace años entre los primeros exportadores cerealeros del mundo.
- Pero Perú y Colombia, por ejemplo, recién empiezan a recorrer los caminos de una exportación cada vez más demandante.
"Todos los países de la región tienen producciones y problemáticas muy distintas. En este sentido, es más fácil que se potencie la investigación y el trabajo conjunto de subregiones como el cono sur o la zona andina, ya que tiene mayores similitudes en clima y grandes rubros productivos", plantea Martine Dirven, economista del departamento agrícola de la Cepal.Y surge entonces la necesidad de establecer nuevas políticas públicas que permitan que este esbozo de potencia regional se concrete.
"Los países pueden diseñar una política de Estado para el sector orientado al desarrollo exportador. Adicionalmente, organismos multilaterales y regionales como el Banco Mundial deben cambiar sus políticas de reglamentación de la agricultura para posicionarla como impulsora de crecimiento económico y social", añade José Luis Cordeu, consultor agropecuario y ex oficial de la FAO y del Banco Mundial.
Una mirada regional
En este mundo de realidades distintas, sin duda, el coloso exportador del continente es Brasil. Sólo en soya reporta US$ 5,5 mil millones y en carne cerca de US$ 5 mil millones anuales; en carne, sus envíos crecen a un promedio de 40% anual. Además, están convencidos de que su papel es liderar a Sudamérica en el desafío de alimentar al mundo.
De hecho, el ministro de Agricultura de ese país, Reinhold Stephanes, señaló que están dispuestos a transferir gratuitamente a los demás países toda la tecnología dominada por la estatal Empresa Brasileña de Pesquisas Agropecuarias (Embrapa).
A pesar de que Argentina ha frenado bastante su crecimiento agrícola por las políticas impositivas que privilegian el mercado interno, se mantiene como un potente exportador de granos que supera los 100 millones de toneladas. El economista argentino Martín Piñeiro, en un estudio indica que Argentina y Brasil son los países que más crecen en la producción de alimentos.
"Cuatro países - Brasil, Argentina, Australia y Nueva Zelandia- son los responsables de más del 90% del balance neto exportador de alimentos. Los dos primeros son los que aumentan más significativamente su posición de exportadores netos... Un elemento central del reordenamiento internacional, que tiene especial significación para Sudamérica, es la revalorización de los recursos naturales con potencial agrícola.
América Latina y África son los dos continentes con una mayor dotación de recursos agrícolas no totalmente explotados.
Brasil, Argentina y Paraguay son algunos de los pocos países que tienen capacidad de expandir su frontera agrícola significativamente", señala.No sólo eso. Según estimaciones de la FAO, Brasil y Argentina, además de liderar las producciones de granos de la región, serán los países que más crecerán en el mundo en la producción láctea, bordeando el 7%.
Colombia, en tanto, no pierde tiempo. Aprovechando la paz que vive, ya invierte en mejorar la productividad en los campos.'El crecimiento agropecuario durante 2007, medido en precios de 2000, fue de 4,5%. Se espera que finalizado 2008 se alcance una superficie agrícola sembrada de 4.874.700 hectáreas, recuperando 557.900 hectáreas desde 2002, y una productividad agregada de 6,47 toneladas por hectárea. Como resultado de área y productividad, el campo tendrá en 2008 una producción récord de 26,8 millones de toneladas', dice Diana Pereira, directora de política sectorial del Ministerio de Agricultura colombiano.
Uruguay se ha especializado en la producción de carne y ya supera a Argentina en este rubro. Ya el año pasado exportó 460 mil toneladas, con precios muy altos que sólo fueron superados por la producción australiana. Para seguir creciendo invertirán en mejorar la productividad y competitividad agrícola a través de un crédito de 32 millones de dólares otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Para qué hablar de Perú - que ya desde principios de este año se perfila como un fuerte competidor de Chile, como lo anunciara Revista del Campo a principios de año- que crece a una tasa del 10% anual y que en 2007 exportó US$ 2.167 millones. Aprovechando su clima y su geografía, su camino ha sido el de las producciones hortofrutícolas y de nicho. Y tienen para crecer."Todavía hay más de 300 mil hectáreas en toda la costa que no hemos explotado y sólo falta la decisión de invertir. Tenemos aún mucho por crecer", agrega Cillóniz.
La lista la cierra Bolivia, que aún está dormida, pero tiene 13 millones de hectáreas aptas para la producción agrícola.
¿Qué pasa con Chile?
Hasta hace muy poco, Chile era un claro líder exportador. Sin embargo, la baja de competitividad y la aparición de competencia regional hacen peligrar su posición.
Sin desconocer que, en cuanto a volúmenes, Brasil será siempre el top one, Chile tiene un papel que jugar: transformarse en el articulador de todo este proceso exportador.
Tiene los conocimientos comerciales - incluido el concepto de ser potencia agroalimentaria- y, tema igual de importante, una adecuada infraestructura de puertos que miran a todo el resto del Pacífico.
"Tenemos la posibilidad de coordinar al granero del mundo con el mercado del mundo. Hay que llenar la cordillera de pasos fronterizos y mostrarles al resto de los países el camino. A pesar de que somos productores de nicho, hemos desarrollado el concepto de potencia agroalimentaria y tenemos una relación ya formada con los consumidores.
En este sentido, estamos 30 años adelantados porque el resto del continente no tiene una orientación a la demanda, no se adapta a lo que el consumidor quiere", explica Gonzalo Jordán. El mismo país se beneficiaría de ser parte de este crecimiento. Significaría, por ejemplo, generar nuevas oportunidades para los mercados locales y abrirse a nuevas áreas. Y tiene mucho que aportar a los vecinos que se aproximan.
"Chile está cumpliendo un importante papel como modelo de crecimiento con equidad. Esto parte de tener políticas macroeconómicas claras y que conserven los equilibrios necesarios para el desarrollo de la economía y sigue por tener políticas sectoriales adecuadas.
En cuanto al liderazgo, Chile lo tiene en sectores como el hortofrutícola que ha tratado de ser replicado por muchos países de la región, pero no en otros sectores como cereales y carne de vacuno", señala José Luis Cordeu.
Como hoy la competencia comercial ya no se plantea en el sentido que unos ganan y otros pierden, sino como un yo te apoyo y gano al mismo tiempo; entonces, si el país sabe aprovechar el movimiento regional, puede significar un nuevo impulso a la producción y el comercio.
NATALIE TRAVERSO - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 4-Ago-2008
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1 comentario:
Pienso que es la gran oportunidad de que como Bloco Sudamericano se realicen los TLC, con todos los paises externos a nosostros.Atentamente
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