El creciente malestar económico de los chilenos.
Aunque la última cifra de crecimiento económico es positiva, una golondrina no hace verano y por lo tanto no podemos asegurar un cambio de tendencia para el segundo semestre del año. Esto se ve reforzado por la abrupta caída en la percepción de la ciudadanía respecto de la situación económica.Esta ha alcanzado niveles comparables a los vividos durante la crisis asiática.
Usted se pregunta: ¿cómo puede ser esto, si objetivamente no estamos en crisis?
Esto se explicaría porque la mayor inflación y desempleo aumentan la sensación de incertidumbre.
En este contexto, es interesante comparar cómo ha evolucionado un indicador habitualmente utilizado en economías desarrolladas para medir el malestar económico.
Se trata del "Índice de Malestar" (o índice de miseria), indicador que incorpora los dos problemas que más afectan al bolsillo de los consumidores y en particular a los hogares más pobres:
- inflación y
- desempleo.
Es evidente que
- una mayor tasa de desocupación,
- como un empeoramiento de la inflación
- generan costos económicos y sociales significativos para los habitantes de un país,
y se hacen sentir, con especial impacto, en el bolsillo de las personas de menos recursos.- Cuentan con menos ingresos,
- más inseguridad laboral y
- pocas alternativas para protegerse ante el alza en los precios de productos básicos, muy significativos dentro de su canasta de consumo, como
- el pan,
- lácteos o
- granos.
De hecho, el IPC del 20 por ciento más pobre de la población ha aumentado un 11 por ciento en los últimos doce meses. La mezcla de mayor inflación y desempleo genera en el común de las personas una justificada angustia, lo que termina por
- modificar sus hábitos de consumo y
- muchas veces juega en contra de una posible reactivación.Pues bien, con las últimas cifras de IPC y desempleo, el Índice de Malestar en Chile anota niveles preocupantes no sólo en su nivel, sino también en su tendencia.
A junio de este año, con el 9,5% de IPC en 12 meses y el 8,2% de desempleo, el indicador de malestar supera las cifras de comienzos de la década, también marcadas por la crisis económica.
- A principios del gobierno de Bachelet, este indicador era de 12,7 %;
- hoy alcanza el 17,7 %.
Lamentablemente, en julio, la inflación alcanzó 1,1 % y se espera para los meses siguientes que se mantenga dentro de esos niveles. Esto, sumado a que es factible que la tasa de desempleo se mantenga dentro de un rango de 8 a 8,5 %, el índice de malestar se debería mantener relativamente alto.
Esto es aún más preocupante si a Chile se lo compara con otros países de la región que han sufrido el mismo shock de precios internacional -Brasil, Colombia, México y Perú-, pero que han enfrentado un aumento menos pronunciado en el índice del malestar desde principios del 2006.Luego, es crucial relevar el rol que le cabe a la política fiscal y monetaria en la reducción de la inflación y a las políticas microeconómicas que ayuden a fortalecer la capacidad de crecimiento de largo plazo.
- El gasto público sigue creciendo muy por sobre la capacidad de crecimiento de la economía,
- el ajuste monetario se implementó con un cierto retraso y
- las mayores rigideces en el mercado del trabajo no ayudan a enfrentar de mejor manera la delicada situación económica internacional.
RODRIGO CASTRO - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 10-Ago-2008
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