Cinco años después de su inauguración, la planta de licuefacción de Bahía de Bizkaia recibió ayer la visita del colosal 'Arctic Voyager', que hace el buque número 100 que descarga para Iberdrola en Zierbena.
Un 8 de agosto de 2003 se hacía realidad en Zierbena el sueño vasco de entrar de lleno en las rutas marítimas de transporte de gas natural.
La terminal de descarga y la planta de licuefacción de Bahía de Bizkaia tuvieron su bautismo de fuego con la visita de su primer huésped, el gasero British Innovator, en una calurosa tarde de verano. Aunque la maniobra había sido ensayada decenas de veces, los responsables de este proyecto de más de 260 millones de euros contuvieron el aliento hasta que la delicada operación inaugural concluyó sin incidentes. "Misión cumplida. Nos hemos estrenado con éxito".
A punto de cumplirse cinco años desde aquel hito, las Bahías de Bizkaia ya se han convertido en un elemento cotidiano en el paisaje industrial del Puerto exterior. Los socios de la iniciativa -Iberdrola, British Petroleum, Repsol YPF y el Ente Vasco de la Energía, a partes iguales- optaron por un modelo de instalaciones que agrupa en la misma parcela
- una planta de licuefacción -donde el gas licuado a - 163 ° se devuelve a su estado gaseoso- y
- una central de ciclo combinado de 800 megavatios (MW), que se alimenta de la materia que los buques descargan pocos metros más allá.
Las Bahías de Bizkaia representan un esquema integrado de transformación y generación energética que ha sido estudiado por otros países para intentar exportar el formato a sus proyectos.
La terminal acogió ayer a un visitante especial, la del buque Arctic Voyager. Su llegada tuvo un doble significado. Se trata del gasero número 100 que descarga el contenido de sus bodegas para Iberdrola, la firma que más barcos ha traído en este lustro a las instalaciones.
Además, la nave forma parte de un pionera estación de gas natural licuado en el gélido norte de Noruega, con la que la eléctrica vasca tiene un multimillonario contrato de suministro a largo plazo. Para Iberdrola, este vínculo va a jugar en el futuro un papel crucial en sus planes de suministro de gas.
En la actualidad, los principales proveedores de la eléctrica son Nigeria, Egipto, y Argelia, y en menor medida Qatar, Trinidad y Tobago y Libia. Los yacimientos que se han comenzado a explotar en Noruega bajo el nombre de Proyecto Snohvit -Blancanieves, en el idioma local- garantizan una fuente de aprovisionamiento sensiblemente más cercana que las actuales.
Un buque emplea 5 días en recorrer el trayecto desde el Mar de Barents hasta Bilbao, frente a los 9 días que tarda desde Nigeria o los 14 días desde Qatar.
A prueba de frío
Además, el país escandinavo juega en una liga muy distinta a Nigeria en materia de conflictividad laboral. Las huelgas son un preocupante factor de inestabilidad para las compañías gasísticas y petroleras que operan en el país africano.
El Arctic Voyager es uno de los cuatro gaseros destinados a distribuir el gas del Proyecto Snohvit, y el primero que atraca en Bilbao para descargar la materia prima extraída los tres pozos del yacimiento.
Esta pequeña flota ha sido construida para resistir las draconianas condiciones meteorológicas de la navegación en el Ártico, con temperaturas de hasta 40 grados bajo cero y vientos polares capaces de barrer a barcos convencionales.
El Arctic tiene unas dimensiones muy similares a los últimos gaseros levantados en el astillero de La Naval de Sestao. Fabricado en Japón con una eslora de 290 metros y una manga de 48 metros, transporta 140.000 metros cúbicos en cuatro tanques esféricos que destacan en la cubierta. Esta configuración ha sido escogida porque aporta una mayor estabilidad a la carga en singladuras tempestuosas. La ruta está plagada de icebergs.
Visita abordo
Pocas horas antes de que el buque zarpara ayer de regreso a Noruega, el director de operaciones de gas de Iberdrola, Julio Castro, realizó una visita para conocer las incidencias del viaje. Tras entrevistarse brevemente con su capitán, Hroar Skofteby, expresó ante un grupo de periodistas invitados a bordo su satisfacción por la apertura de esta nueva fuente de aprovisionamiento. Según afirmó, el contrato contempla el suministro de 1.500 millones de metros cúbicos anuales. Iberdrola cubre el 13% de la demanda de gas de España y cada año recibe un centenar de cargamentos, repartidos entre Bahía de Bizkaia, Sagunto y Huelva.
Hammerfest, el yacimiento imposible
El pueblo pesquero de Hammerfest pugna con otras dos localidades noruegas y una de Alaska por el título de la población situada más al norte en el mundo. Con poco más de 9.000 habitantes, en 2002 vivió un boom económico con el inicio de las obras para la planta de gas natural licuado. Las instalaciones se asientan en una pequeña isla situada frente a la costa que ha sido íntegramente convertida en un complejo industrial. Una de las instalaciones clave fue construida en Cádiz y transportada después sobre la cubierta de un barco hasta el Ártico.
No se puede levantar una fábrica a 20 grados bajo cero y con una noche eterna que sume a la región en la oscuridad durante cinco meses al año. El gas se traslada al islote mediante tuberías desde los yacimientos, situados a 150 kilómetros mar adentro.
La familia de cuatro buques que explotan la instalación son auténticos ingenios diseñados para resistir a los gélidos vientos polares. Toda la superficie de la cubierta está calefactada y no hay zonas de trabajo a la intemperie.
La tripulación -filipinos, en su mayoría- podrían morir de frío en pocos minutos.
Ibai Cereijo - "DEIA" - Bilbao - 6-Ago-2008
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